Lazarillo
Mi estimado amigo Alan Warren me ha recordado hoy la última de las películas del cineasta Ken Loach, muy recomendable a pesar de que algún crítico afamado la desestimó, más -supongo- para hacerse notar entre las buenas críticas recibidas que por estrictas razones cinematográficas. El film se puede ver aún en Filmin y debería ser una de esas creaciones artísticas de obligada proyección y debate en los institutos y colegios, donde tanta hace falta llenar de alicientes estimulantes a las jóvenes generaciones. Tal como escribe Warren, como muchas de las películas de Ken Loach, The old oak (El viejo roble) muestra la "arenosa realidad de la vida para demasiadas personas. Pero también cómo con coraje, humanidad y empatía, podemos trabajar juntos en lugar de contra el otro. El Status Quo quiere que luchemos unos contra otros. Siempre lo han hecho. Pero somos mucho mejores que ellos. Tenemos que unirnos y hacer frente a la distopía que hemos dejado que suceda. Juntos. Aprender y celebrar nuestras diferencias y tratar de hacer del mundo un lugar mejor para todos nosotros. No somos extraños. Solo somos amigos esperando a ser hechos". No se pierdan la última obra de Loach los amigos cinéfilos que siguen este modesto DdA. Las dos ultimas frases de Alan resumen el mensaje y el valor de esta película imperecedera y de máxima necesidad ahora.
DdA, XXI/5.994
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