Félix Población
Cuando se convocan congresos extraordinarios en un partido político suele ser porque las cosas no están claras acerca de quien lo lidera. Eso en el Partido Popular es así desde los tiempos de Casado, defenestrado por Ayuso después de que se atreviera a hablar claro sobre la presidenta de la Puerta del Sol. Ahora quien sustituyó a Casado y llegó a Madrid con falso membrete de moderado, acaba de convocar esa cita extraordinaria en la capital del reino, de la que se espera, al menos, no sólo una remodelación de la directiva sino certificar el grado de consistencia que tiene Feijóo al frente de su partido. De momento, la de la Puerta del Sol se ha aprestado a darlo por líder indiscutible, aunque en la calle Génova se sepa de la falsía de fidelidad con la que le están tejiendo a Isabel de España su escalada. Parecerá improbable que una señora de tan menguada inteligencia y nefasto currículum político pueda llegar a La Moncloa, pero mucho me temo que el riego existe, porque para eso se ha transformado en la lideresa capaz de aglutinar el voto de la derecha y la extrema derecha en la región que gobierna, precedente posible del país que puede llegar a gobernar. Quizá lo que pretende Feijóo con su congreso extraordinario, según se desprende de sus propias palabras al anunciarlo, es coger aire para ganar impulso de cara a las próximas elecciones, que pueden ser antes de lo previsto. Pero a lo mejor le va a faltar aire. De momento, a la hora de hacer pública esta noticia, no ha estado muy acertado al hacer símiles, porque decir que vamos a pasar del cónclave del Papa al cónclave del PP podría dar lugar a pensar, como en ese tipo de asambleas, que alguien va a fallecer para que alguien lo suceda. Puede que haya electores de la extrema derecha esperando algo así para hacer de las urnas de Madrid las de España. Este es el retrato que hace del aspirante mi estimado Félix Maraña:
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