Lazarillo
Hace unos pocos años visité por segunda vez Venecia, cuya peculiaridad de afincar sus edificios sobre el agua atrae posiblemente a más gente de la que se interesa por su gran patrimonio artístico. Fue en primavera y tuvimos la suerte de que nuestro viaje no coincidió con los días de mayor número de visitantes que soporta la ciudad a cuenta del turismo de masas vacacional, que son casi todos. Por desgracia, la estancia fue muy breve porque el itinerario viajero incluía también otras ciudades históricas de Italia, según se suele hacer. Supongo que la pregunta que me planteé entonces, en concreto cuando salimos del histórico teatro La Fenice, se la habrán hecho muchos otros miles de turistas que llegan a Venecia, sobre todo aquellos que consideran prioritario un paseo en góndola por sus canales: ¿Cuándo se drenan esos canales? Acabo de encontrar una respuesta, que se remonta en este caso al año 1956, ilustrada con la fotografía que da pie a este comentario:
"En 1956, el icónico Gran Canal de Venecia fue sometido a una monumental operación de limpieza y drenaje, una tarea excepcionalmente rara en la historia de esta ciudad única. Para lograrlo, se construyeron enormes esclusas y barreras para interrumpir el flujo de agua y permitir el vaciado del canal. Los trabajadores se dedicaron a desenterrar y limpiar el lecho del canal, cubierto durante años por capas de lodo, escombros y objetos perdidos. Durante este proceso, emergieron a la luz numerosos artefactos que arrojaron luz sobre la historia y la vida cotidiana de los venecianos, incluyendo monedas antiguas, joyas y utensilios domésticos centenarios. Más allá de sus aspectos estéticos, la limpieza fue crucial para mejorar el flujo de agua y reducir el riesgo de inundaciones que amenazaban la ciudad. Este evento no solo fue históricamente significativo, sino que también destacó por su impacto en la preservación y protección de esta vital arteria fluvial".
DdA, XX/5.960
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