Félix Población
Lo tuvo tan difícil esta vez el jurado de los Premios Goya que, al final, el premio a la mejor película lo compartieron dos películas, ex aequo et bono, El 47 y La Infiltrada, dirigidas respectivamente por Marcel Barrena y Arantxa Echevarría. En el caso de la directora vasca, la noticia viene acompañada además con lo que, a mi juicio, es el propósito y la realización más peliaguda del cine español en muchos años. Si ya de por sí son laboriosas y a menudo frustrantes las películas sobre la Guerra Civil acometidas por los cineastas españolas, con contadas y meritorias excepciones, llevar a la pantalla la vida de Dolores Ibárruri (Pasionaria) me parece un proyecto tan necesario como complejo, tanto por la personalidad de la mujer quizá más importante en la historia política de este país como por los dos escenarios fundamentales en los que discurrió su vida, España y la Unión Soviética, durante las respectivas guerras que tuvieron lugar aquí y allí. La ensalzada figura de Pasionaria por parte de la izquierda comunista durante la Segunda República y la Guerra Civil, la muerte de su hijo en la Segunda Guerra Mundial defendiendo del nazismo a la URSS, el papel jugado por Ibárruri durante el oscuro periodo de Stalin y su regreso a España y al Congreso entre las aclamaciones de los comunistas y simpatizantes de su partido, que tan activo papel jugó contra la dictadura franquista, son materias históricas de indudable atractivo cinematográfico. Para contarlos va a disponer Echevarría de la estupenda biografía de la protagonista del film (Pasionaria: la vida inesperada de Dolores Ibárruri), escrita por mi estimado colega Diego Díaz, director de la revista Nortes, a la que yo aconsejaría añadir la que escribió anteriormente Mario Amorós. Me parece que entre las dificultades a solventar por la directora vasca estará la de elegir a una actriz (quizá a dos para abarcar la biografía de la protagonista), capaz o capaces de interpretar con la intensidad requerida la personalidad de Ibárruri. Es de esperar que la peli sobre Pasionaria no sea una más de las que tienen como ingrediente fundamental los años treinta en España y la Guerra Civil, sino que por acometer con solvencia y por fin una figura tan excepcional como la de Dolores Ibárruri sobresalga entre las demás.
DdA, XXI/5.905
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