Manuel Cañada
Enhorabuena a todas las personas que han hecho posible esa gran película que es El 47. Me parece una obra extraordinaria, que expresa la lucidez, la fraternidad y el coraje de la emigración extremeña o andaluza, que estuvo en primera línea de las luchas vecinales y obreras en los años 60, 70 y 80. Que no fue sólo mano de obra en Cataluña, el País Vasco o Madrid, sino vanguardia de la lucha por la libertad y los derechos sociales.
Vi la película hace unos meses. Sentí mucha alegría cuando comprobé que el texto que hace unos años habíamos escrito Joan Tafalla, Antonio Torrico (la persona que sucedió a Manolo Vital como presidente de la Asociación de Vecinos de Torre Baró) y yo mismo, había sido útil y que al menos los guionistas se lo habían leído (al inicio de la película se utiliza una expresión literal de nuestro artículo, donde afirmábamos que los emigrantes de los años sesenta huían del hambre pero al mismo tiempo, “de la asfixia moral del cortijo”). https://www.elsaltodiario.com/.../manuel-vital...
Pero, sobre todo me emocioné en muchas ocasiones, porque en Eduard Fernández y en los actores que le acompañan, vi retratado el sufrimiento, la dignidad de mis padres, de mis hermanos, de tantas miles de familias que vivieron la emigración, y sintieron la humillación que supone muchas veces y aquello que cantaba Labordeta: “la rabia que produce abandonar lo que se ama”.
Y sentí también que allí se exaltaba algo fundamental: la conciencia de clase y la importancia de la lucha colectiva. La idea elemental de que la desobediencia de hoy son las leyes de mañana. Y otra no menos sustancial, que la lucha es siempre el único camino posible para los de abajo. Todo aquello se desvelaba en la película, pero había también un olvido crucial, una injusticia enorme en ese relato. Manolo Vital no era sólo un emigrante extremeño. Era al tiempo un incansable militante comunista. No era el héroe individual de una película americana. Era alguien consciente de que los cambios sólo se producen cuando la brega es colectiva. Que sabe además que esa implicación no cae del cielo ni es el producto de ninguna ocurrencia personal, sino el resultado de la inteligencia, la coherencia y el esfuerzo organizado de muchos.
Varios compañeros han escrito sobre esta clamorosa ausencia. Aquí algunas de esas referencias:
- Arantxa Tirado: El 47 y el borrado del partido https://www.lamarea.com/.../cine-psuc-el-47-y-el-borrado.../
- Ricard AJE: Sobre Manuel Vital y el 47: https://mundoobrero.es/.../sobre-manuel-vital-y-la.../
Enhorabuena de todos modos. No olvidemos nunca lo que decía ayer al final Eduard Fernández: "Esto no es un secuestro, es una necesidad". Que viva la lucha de la clase obrera.
DdA, XXI/5.904
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