Félix Población
Desde la pasada primavera, Cristina Garmendia, exministra de uno de los gobiernos de Rodríguez Zapatero, es presidenta de Mediaset España y, como tal, está obligada a decir cosas tan insustanciales como las que expuso en un discurso con motivo de la colaboración entre la empresa que preside y la Universidad Europea, a raíz de unos cursos de formación de profesionales de la industria audiovisual: Este máster no sólo os va a dotar de las herramientas técnicas necesarias, sino de capacidades críticas y estratégicas para poner vuestro granito de arena en una sociedad a la este sector sirve, dijo Garmendia en el último de esos discursos, para añadir a continuación, refiriéndose a los alumnos del máster que se incorporarán a Mediaset: Os aseguro que todos y cada uno de vosotros y vosotras vais a tener la oportunidad de estar en contacto con los mejores expertos de la industria, los profesionales de un grupo de referencia nacional e internacional.
Son insustanciales las cosas que dice Cristina Garmendia porque hay profesionales de ese grupo de referencia nacional e internacional que hacen de la patraña información, sin que tengan la vergüenza, hasta el momento, de rectificar lo que difunden. Es el caso del programa de Tele 5 La mirada crítica, a propósito de los trabajadores de la taberna Garibaldi, que corregenta, cómo no, Pablo Iglesias, al que han pretendido tildar de patrono explotador, con la consiguiente irradiación de la patraña a otros medios digitales proclives al lodo. (Aquí el nombre del bulero).
No tengo ninguna confianza en que el burofax enviado por el administrador del citado establecimiento, instando a Mediaset a contar la verdad, surta los efectos que debería en una empresa más digna que la citada. Si por algo se ha caracterizado Ana Terradillos, la presentadora del programa matinal mencionado, al igual que no pocos de sus colegas, ha sido por la difusión de bulos en torno a Iglesias durante su corta vida política, algo que debería anular a esa profesional como asesora experta a seguir por los jóvenes alumnos de los máster que tan encomiásticamente celebra la presidenta de Mediaset.
El lugar de la aludida presentadora, con esa enfermiza manía persecutoria contra Iglesias, es el mismo que ocupa García Ferreras -siempre disparando hacia la misma diana- en su programa Al rojo vivo con aquello de esto es muy burdo, pero vamos con ello. Se trata de unos profesionales de referencia de la patraña que permanecen en sus puestos porque así los quieren y pagan por sus servicios los respectivos canales de televisión. Lo siento por ellos, aunque sean tan bien pagaos, por lo que siguen representando para el periodismo en este país*.
*Terradillos se ha visto obligada a rectificar en directo; sin embargo, ha intentado enmascarar su error presentándolo como un asunto de “dos versiones”. En lugar de reconocer abiertamente la difusión de un bulo, ha enfatizado que “siempre intentan buscar ambas caras de la moneda”, pero que, supuestamente, la Taberna Garibaldi no había respondido. En el programa sostiene: “Ahora sí que tenemos la versión de la dirección de la taberna, que es lo que estamos acostumbrados a ofrecer, la parte de uno y la de otro”, tras haberse demostrado que no existían dichas partes, si no que la información compartida por Guirado era falsa. (Diario Red)
DdA, XXI/5.907
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