Félix Maraña
Creo que no sois conscientes de que Froilán es el heredero. Os distraen el fútbol y la rabia Saudí, los partes de meteorología y TVE, lo más parecido a Telecinco, presidida en subrutina y ruina por la ministra socialista roja, rica y revolucionaria, millonaria y donostiarra, Cristina Garmendia.
Vivís de espaldas a la realidad, pero se lo he advertido a Enrique Mercado :
que la fiesta del cordero
puede acabar de heredero,
con Froilán en el reinado.
Es hijo de principado,
preparao, trabajador.
Hijo de Elena ¿Hay mejor
príncipe de investidura?
Tiene talla, cara dura,
y sangre azul cual Leonor.
Por los toros tie fervor,
también por las escopetas,
Soldado de mil retretas
en otras salas de honor,
en el Golfo, su mayor,
profesor de cetrería,
trabaja de noche y día,
porque lo suyo es la caza,
cerca de Persia y de Gaza
han montado montería.
Vienen y van a Sanxenxo,
ellos son muy de Galicia,
de marisco sin Leticia,
campechanos por consenso,
a tributar el incienso,
oro, con plata de ley,
con Mariano Rajoy Brey,
gallego incluso los martes,
gallegos en todas partes,
un canto a Galicia, hey.
Herencia de Franco y Fraga,
también con Rouco Varela
el asunto tiene tela,
aquí todo el mundo traga
y haga el Bribón lo que haga,
El delfín también se aferra,
Núñez Feijóo está que trina,
quiere entrar en la cocina,
rebozarse con harina,
de aquesta la miña Terra.
Froilán pone algo de orujo,
como de Lugo heredero.
¿Sabe usted qué es lo que quiero?
Grita con algo reflujo:
¡La tarjeta del Hormiguero!
Este muchacho es un lujo,
dice Juan Carlos, primero,
y repite el rociero
coro de Palma del Río,
aquí nadie tiene frío.
Y la infanta macarena,
viene ya de reina y madre,
Elena, entra al desmadre,
en terminada la cena
a bailar también, al lío.
Vente, querido hijo mío,
tú también eres Felipe,
y espero que nadie flipe,
porque también eres Juan.
Y serás Froilán I.
Sabe usted qué es lo que quiero.
La tarjeta del Hormiguero.
DdA, XXI/5.881
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