martes, 10 de diciembre de 2024

NADA DE CROWDFUNDING: QUE LA IGLESIA PAGUE POR LOS PECADOS DE SUS PEDERASTAS


Vicente Bernaldo de Quirós

Es sumamente despreciable la omisión que la jerarquía de la Iglesia Católica propicia ante su responsabilidad por los casos de pederastia que muchos de sus miembros han perpetrado contra menores que estaban a su cuidado, a pesar de las exigencias y recomendaciones de los sectores más diversos de la sociedad española. Todo con tal de no poner dinero encima de la mesa para reparar sus delitos, a pesar de que disponen de pasta suficiente para hacer frente a sus desmanes. Pero quieren que se los paguemos entre todos, insistiendo en su jeta habitual de morosos con derecho a rédito.

Son ya numerosos los informes del Defensor del Pueblo, de los diferentes medios de comunicación y de otras tantas instancias en los que se pone de manifiesto con pruebas y testigos que la Iglesia Católica consintió por omisión y por responsabilidad in vigilando que muchos sacerdotes agredieran sexualmente a alumnos de sus colegios o a monaguillos de sus parroquias con el fin de saciar sus instintos libidinosos creando a las víctimas una enorme ansiedad que provoca graves quebrantos en su salud mental.

Por el momento, la Justicia española no ha tomado seriamente cartas en el asunto, a pesar de que muchos curas y algunos obispos han asumido la responsabilidad y los que sufrieron la pedofilia eclesial y son numerosas las denuncias de los agredidos. Y parece que esta excesiva prudencia de nuestros magistrados pone en riesgo la credibilidad de la justicia, si bien es cierto que son demasiados los numerarios del Opus Dei entre nuestros togados, hasta el punto de que muchos consideramos que son un peligro y una alarma para la tan cacareada independencia judicial.

Lo más deleznable de la Conferencia Episcopal es que, a través de sus portavoces, ya han manifestado que no les agrada poner dinero de su bolsillo para sufragar las justas indemnizaciones por los abusos sexuales a los más pequeños. Es decir, que no quieren pagar por sus pecados que es lo que demandan siempre a los que son creyentes.

Los curas se hacen los suecos y pretenden zafarse de sus responsabilidades pecuniarias. Con una desfachatez que no le permitirían a ningún apóstata, los integrantes de la Conferencia Episcopal pretenden que el Estado (o sea, tu, yo y los que pagamos impuestos a tocateja) contribuyamos a este gran crowdfunding porque me imagino que sus ahorros económicos están destinados ad mayorem gloriam Dei.

De nada sirve que las cuentas bancarias del Vaticano y sus secuaces estén repletas de recursos ni que se ganen dinero de manera ilegítima con las ilegales inmatriculaciones que llevan haciendo desde hace unos cuantos años, gracias al cuartelillo que les ha dado Aznar (por cierto, ¿este asunto no estaba en el pacto entre PSOE y Sumar para el Gobierno de coalición progresista? Pues que se lleve a cabo lo más rápidamente posible).

Va a ser absolutamente perentorio que acabemos con la moratoria delictiva de la Iglesia de una vez por todas y que los responsables de la pederastia eclesial paguen por sus pecados y por sus crímenes. Y si no es en el ámbito de la Justicia, que debería serlo por higiene democrática, que sea a nivel administrativo, reduciendo por el Gobierno el dinero que recibe la Iglesia a través de la jodida X que muchos católicos le ceden a su religión preferida en esa especie de timo del tocomocho eclesiástico. Cuanto antes, mejor.

DdA, XX/5.846

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