Valentín Martín
Ha sido una delicia escuchar ayer por la mañana la conversación de Nicolás Sesma y Mercedes Yusta sobre el franquismo y el antifranquismo. Nicolás ha escrito un nuevo libro* sobre el largo periodo que sumió a España después de la guerra civil consecuencia del golpe de Estado, acabando con la segunda República. Mercedes Yusta, profesora en La Sorbona, ha hablado del libro (creo entender que Nicolás fue alumno suyo) advirtiendo de que ella ha estudiado más el antifranquismo. Tanto Nicolás como Mercedes saben de qué hablan.
Me extraña un poquito la extrañeza de Nicolás ante la benevolencia de las democracias europeas con el franquismo, acabada su guerra mundial. Nicolás hace referencia a la intención de los aliados de invadir la Península en 1943. Sí, estuvieron a punto de acabar con Franco. Destruidos Hitler y Mussolini en occidente, no querían dejar a sus espaldas lo que quedaba del fascismo. Pero ahí surge el famoso telegrama de Churchill (no hablaron de él) que hace cambiar de opinión a todos. Churchill advierte de que el peligro ya no es el fascismo sino el comunismo que pasa de ser un aliado resistente a enemigo. Y Franco -según Churchill- es lo mejor que tienen todos para defenderse del comunismo por el sur de Europa y no verse atrapados entre dos fuegos. Churchill daba por hecho que, acabado Franco, todos seríamos comunistas. Qué obsesión tan enfermiza.
Tampoco hay que olvidar que Inglaterra apoyó el golpe de Estado contra la segunda República española. Allí se guardó una enorme suma de dinero que llevó un banquero español contrabandista, y allí se quedó a nombre de Mola, por si el golpe fracasaba. Muerto Mola y triunfante el golpe ¿qué fue del dinero? Ahí tienen Nicolás y Mercedes otro cacho para investigar.
Muy interesante lo que apuntó Mercedes sobre la Sección Femenina y sus contradicciones. Sus dirigentes predicaba una abominable doctrina sobre la mujer que ellas no practicaron nunca. Y sin embargo hay una perplejidad en su añoranza por parte de generaciones -incluso universitarias- que no las conocieron. Tal vez las subliman a través de sus madres.
Admirable la interpretación de Nicolás y Mercedes sobre el auge de la extrema derecha y nuestras infancias. Podríamos hablar mucho más de lo mucho y bueno que han hablado ellos. Otro día quizás.
*Se refiere Valentín Martín al libro de Nicolás Sosa cuya portada ilustra su artículo, reseñado en este modesto DdA hace algunos meses y publicado por editorial Crítica.
DdA, XX/5.847
No hay comentarios:
Publicar un comentario