martes, 10 de diciembre de 2024

EL "GRITO HACIA ROMA" EN LAS VOCES DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DE AMÉRICA

Félix Población

Estamos convencidos de que a Federico García Lorca, tanto por la idea como por sus vinculaciones con América Latina, le hubiera sido muy gratificante que el Instituto Cervantes promoviera la edición multilingüe de su poema Grito hacia Roma, que el director de ese centro anunció recientemente en la Feria del Libro de Guadalajara (México). El poema cobrará voz en las lenguas originarias de Iberoamérica (aimara, quechua, guaraní, maya...), para mayor relevancia de la riqueza cultural y lingüística del mundo precolombino. 

El año pasado, con motivo del semestre presidido por España en el Consejo de Europa, entre los meses de julio y diciembre, se publicó este mismo poema, perteneciente a Poeta en Nueva York, traducido a 26 lenguas europeas, con reproducciones de varias ilustraciones realizadas por el poeta granadino, el texto mecanografiado del original a doble espacio y con correcciones a lápiz del autor y otra personas, que supongo también constarán en la edición multilingüe para Iberoamérica. 

Según ha contado Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, García Lorca se trasladó a Nueva York porque mantenía una relación sentimental con otro hombre, relación que empezaba a ser escandalosa en Madrid, ocasionando que su familia le aconsejara dejar temporalmente de la entonces capital del reino, para residir durante los años 1929 y 1930 en Nueva York como estudiante en la Universidad de Columbia, donde escribió Poeta en Nueva York

En este libro, Lorca indaga en los problemas estructurales y más turbios de la ciudad,  como el racismo o el individualismo propio de una sociedad capitalista avanzada. Grito hacia Roma nace como consecuencia del acuerdo de colaboración suscrito por el papa Pío IX con el gobierno fascista de Benito Mussolini (Tratado de Letrán). 

Si en cualquier circunstancia histórica es recordable este poema de García Lorca, asesinado en 1936 por quienes recibieron el respaldo del nazi-fascismo para vencer en una guerra atroz e imponer una larga y oprobiosa dictadura, puede que las de ahora sean las circunstancias más necesarias en muchos años para que esos versos cobren nuevas trayectorias sonoras en las voces de los pueblos originarios de América. 

La verdad es que en las 26 lenguas europeas no tuvieron la repercusión que sería menester, visto que en la Unión Europea de nada vale tener un himno con los acordes de la Novena Sinfonía de Beethoven, inspirada en los versos de Friedrich Schiller como canto a la fraternidad de los pueblos. Bien lo sabe desde hace más de un año el masacrado pueblo palestino:



Manzanas levemente heridas1
por finos espadines de plata,2
nubes rasgadas por una mano de coral3
que lleva en el dorso una almendra de fuego,4
Peces de arsénico como tiburones,5
tiburones como gotas de llanto para cegar una multitud,6
rosas que hieren7
Y agujas instaladas en los caños de la sangre,8
mundos enemigos y amores cubiertos de gusanos9
caerán sobre ti. Caerán sobre la gran cúpula10
que untan de aceite las lenguas militares11
donde un hombre se orina en una deslumbrante paloma12
y escupe carbón machacado13
rodeado de miles de campanillas.14

Porque ya no hay quien reparte el pan ni el vino,15
ni quien cultive hierbas en la boca del muerto,16
ni quien abra los linos del reposo,17
ni quien llore por las heridas de los elegantes.18
No hay más que un millón de herreros19
forjando cadenas para los niños que han de venir.20
No hay más que un millón de carpinteros21
que hacen ataúdes sin cruz.22
No hay más que un gentío de lamentos23
que se abren las ropas en espera de la bala.24
El hombre que desprecia la paloma debía hablar,25
debía gritar desnudo entre las columnas,26
y ponerse una inyección para adquirir la lepra27
y llorar un llanto tan terrible28
que disolviera sus anillos y sus teléfonos de diamante.29
Pero el hombre vestido de blanco30
ignora el misterio de la espiga,31
ignora el gemido de la parturienta,32
ignora que Cristo puede dar agua todavía,33
ignora que la moneda quema el beso de prodigio34
y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán.35

Los maestros enseñan a los niños36
una luz maravillosa que viene del monte;37
pero lo que llega es una reunión de cloacas38
donde gritan las oscuras ninfas del cólera.39
Los maestros señalan con devoción las enormes cúpulas sahumadas;40
pero debajo de las estatuas no hay amor,41
no hay amor bajo los ojos de cristal definitivo.42
El amor está en las carnes desgarradas por la sed,43
en la choza diminuta que lucha con la inundación;44
el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del hambre,45
en el triste mar que mece los cadáveres de las gaviotas46
y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas.47

Pero el viejo de las manos traslucidas48
dirá: amor, amor, amor,49
aclamado por millones de moribundos;50
dirá: amor, amor, amor,51
entre el tisú estremecido de ternura;52
dirá: paz, paz, paz,53
entre el tirite de cuchillos y melones de dinamita;54
dirá: amor, amor, amor,55
hasta que se le pongan de plata los labios.56

Mientras tanto, mientras tanto, ¡ay!, mientras tanto,57
los negros que sacan las escupideras,58
los muchachos que tiemblan bajo el terror pálido de los59
directores,60
las mujeres ahogadas en aceites minerales,61
la muchedumbre de martillo, de violín o de nube,62
ha de gritar aunque le estrellen los sesos en el muro,63
ha de gritar frente a las cúpulas,64
ha de gritar loca de fuego,65
ha de gritar loca de nieve,66
ha de gritar con la cabeza llena de excremento,67
ha de gritar como todas las noches juntas,68
ha de gritar con voz tan desgarrada69
hasta que las ciudades tiemblen como niñas70
y rompan las prisiones del aceite y la música,71
porque queremos el pan nuestro de cada día,72
flor de aliso y perenne ternura desgranada,73
porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra74

que da sus frutos para todos.75




Este poema de García Lorca nos muestra Nueva York como la gran ciudad que es, con sus claroscuros, referidos a las diferencias sociales, raciales y económicas y, al mismo tiempo, la riqueza que disfrutan únicamente unos pocos privilegiados. Las puntas de los rascacielos destacan sobre los edificios de las calles, las manzanas. Las personas han dejado de creer en Dios, quien sana las heridas del alma. La muerte ha dejado de ser algo importante, un ritual, para pasar a ser algo que no significa nada. La industrialización acaba con la infancia y la usa como mano de obra

La muerte anida más que nunca, pero la fe se ha perdido. La gente que sufre y no tiene nada, prefiere morir. Estamos en el crack del 29. El poeta ataca y desea la muerte de aquellos que sólo buscan lo material, de los que no le importan las demás personas y que sólo buscan la riqueza.

El rico no piensa en el sufrimiento, no tiene en consideración la fe, el compartir y solo ve lo material. La elección del superficial implica la ceguera hacia el dolor, el sufrimiento, la necesidad de los demás. La realidad barre la ilusión, la ensoñación de que un futuro para las nuevas generaciones pueda ser mejor.

Todo se queda en lo superficial y no en la realidad. El amor queda desterrado a un lado. Para el poeta, el amor de verdad, el del ser humano real, está en los que menos tienen y siguen juntos a pesar del hambre y la muerte, la falta de trabajo y la desesperanza. Siempre habrá alguno que luche, que buscara la unión de los que menos tienen para buscar un futuro mejor, hasta que lo compren con dinero, hasta que se corrompa.

Los negros son en su mayoría empleados de hogar o trabajan en la hostelería. Únicamente podrán ser meritorios, como ocurría con la mayoría de los que aspiraban a ser actores. Las nuevas ricas se ocupan y se preocupan únicamente del bullicio de las fiestas y espectáculos. Sin embargo, para todos los oprimidos de Nueva York llegará un momento en que se levanten y reclamen que existen. Este grito hará temer a todos. Las personas buscan algo que decir. Todos tienen derecho a tener algo porque es lo natural y por qué, además, hay para todos.

Nota de Susana Marín.

DdA, XX/5.846

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