El articulista considera, visto lo vivido por tan familias damnificadas en la provincia de Valencia y las más de 200 víctimas mortales, que la mala gestión de la catástrofe natural por parte del gobierno de la Generalitat del presidente Carlos Mazón ha propiciado, que tal gobierno está tardando en convocar nuevas elecciones y dimitir, quizá porque la mayor resistencia para ello se registra en la sede del Partido Popular en Madrid, con una estrategia sucia en España y en Europa, como ocurrió en ocasiones precedentes y siempre sobre las vidas extinguidas de cientos de compatriotas. Álvaro Noguera ha sabido ilustrar, con una diligencia que agradezco y la perspicacia que le caracteriza, lo que el titular del artículo enuncia. Sólo añadiría, al titular, que también Feijóo está cada vez más atascado en el fango de Valencia.
Jonathan Martínez
Señor Mazón.
Usted
ha dejado solo al pueblo valenciano desde el principio de la crisis y le ha
ocultado información. Usted ha demostrado en todo este tiempo su falta de
escrúpulos y arrepentimiento a la hora de mentir. Nunca un presidente de la
Generalitat había mentido tanto. Pero ahora empieza a aflorar la verdad y esto
ya no lo puede parar ni controlar nadie. ¿Todo esto es aceptable? ¿Esta
situación es sostenible? Ningún presidente honesto eludiría su responsabilidad.
Ya basta. Si le queda un mínimo de conciencia, le rogamos que lo aproveche y
recapacite.
Durante estos
días, hemos asistido a un teatro burdo, indignante y victimista que nos ha
sumido en un bochorno internacional de dimensiones y consecuencias
incalculables. Un bochorno para el que Carlos Mazón no
ha tenido reparos en utilizar incluso la figura del Rey. Muchos valencianos han
aparecido muertos durante las interminables alocuciones del presidente. Estamos
hartos de verle con sus aires sacerdotales llamando al consenso. Usted es el
responsable de la peor gestión en esta tragedia. Y por ello debe irse. Pero
como usted solo quiere perpetuarse en el poder, se ha puesto a combatir la
realidad, que se está convirtiendo ya en su peor adversario.
Estamos
viviendo algo que nunca jamás en cuarenta y seis años de democracia habíamos
vivido. Y por mucha información que haya salido en los últimos días —y la que
queda por salir—, no podemos acostumbrarnos a vivir en esta situación de
putrefacción. El presidente no se inmuta porque para inmutarse haría falta un
pudor que no tiene. Y ahora nos hablan de lodo. Señor Mazón, el lodo es usted.
Usted se ha quedado atascado en el fango. Usted lidera un gobierno con los pies
de barro y el prestigio embarrado. Y el País Valencià merece un gobierno
limpio.
¿Podría
decir a los valencianos cuántas veces, dónde y sobre qué habló usted con la
periodista Maribel Vilaplana? ¿Va usted a defender los intereses de la gente o
va a defender exclusivamente sus intereses particulares? Usted no tiene ningún
límite moral. No tiene palabra y ha perdido el poco crédito que le quedaba. Su
único objetivo es seguir siendo presidente de la Generalitat a toda costa.
Usted ha perdido la razón pero la mayoría de valencianos de toda condición se
mantiene cuerda. Si el Partido Popular de la Comunidad Valenciana quiere dejar
huérfana a esa mayoría es su decisión.
La
decisión de Mazón de continuar no tiene otra intención y otro objetivo que
sepultar por completo la crítica, garantizarse la impunidad para sus crímenes,
para sus mentiras y para sus corrupciones, y atizar el enfrentamiento social,
que ya sabemos que sus aliados acaban convirtiendo siempre en violencia. El
presidente de la Generalitat continúa su huida hacia adelante cabalgando
nuevamente sobre la mentira más insultante y absoluta. Su gobierno no gobierna,
solo mercadea; no planifica, solo administra el caos; no gestiona los intereses
generales, solo es una coalición de intereses personales.
Ya
nadie se fía de las cifras que dan ustedes. Si usted no hubiera ocultado
información a los valencianos y les hubiera protegido, habría salvado la vida
de más de dos centenares de compatriotas. ¿Qué solución le ofrece a todo esto?
Lo de siempre: presumir, echarle la culpa a "las entidades
catalanistas", inventarse el eslogan simplón de turno para que lo repita
el Loro Park. ¿Pero qué desvergüenza es esta? Hay familias que no tienen qué
comer por su nefasta gestión.
No
nos callamos. Y va a tener usted que escucharnos hoy y cada día. Sabemos que
usted necesita la resignación del pueblo valenciano. Se equivoca. Ese País
Valencià silencioso y resignado que desea no lo va a tener. Lo tendrán que
escuchar en las plazas, como en la manifestación sin precedentes del pasado
sábado. Lo tendrán que escuchar en las instituciones. Lo tendrán que escuchar
por parte de la inmensa mayoría de entidades de la sociedad civil a las que
tampoco enmudecerá.
A
todas las familias de los fallecidos queremos una vez más trasladarles nuestro
pésame, pero también nuestra promesa de que no descansaremos hasta que se haga
justicia, porque estamos ante un gobierno no solo culpable sino también
irresponsable. Un gobierno que, según las palabras del presidente de la
Generalitat, no ha tenido nada que ver en la catástrofe. Su gobierno iba
mirando su agenda ideológica, ocultando información a los valencianos, y ha
provocado la muerte de dos centenares de compatriotas. Señor Mazón, ustedes ya
solo piensan en cómo protegerse y en cómo engañarnos.
Ningún
fin, ni siquiera la Presidencia de la Generalitat, justifica los medios. Pero
este Ejecutivo ya no se sostiene. Deje de hablarnos de reconstrucción y evite
la destrucción, señor Mazón, que es algo que todavía se puede hacer. Pero para
eso usted tiene que marcharse. Estamos hoy aquí para exigir la dimisión
inmediata del Gobierno de la Generalitat y la convocatoria de elecciones
autonómicas. Y estaremos de nuevo en la calle denunciando cualquier tipo de
colaboracionismo con un gobierno que se ha convertido en enemigo del pueblo
valenciano.
(Este texto
está formado íntegramente por fragmentos de intervenciones del PP y Vox contra
el Gobierno español en fechas previas a la DANA de València. Solo los nombres
propios y algunas particularidades han sido modificadas).
PÚBLICO DdA, XX/5.823
No hay comentarios:
Publicar un comentario