Félix Población
Leemos que hace unas fechas el Ayuntamiento de San Fernando hizo entrega de los restos mortales de Manuel de Sancha Morales, comandante de Infantería de Marina que fue arrestado por sus propios compañeros el 18 de julio de 1936 por mantenerse leal al gobierno de la II República y negarse a cumplir la orden de "sacar las tropas a la calle y declarar el Estado de Guerra tomando la ciudad". El acto tuvo lugar en el cementerio municipal. El comandante De Sancha, que dos días antes había sido nombrado Jefe del Batallón de Infantería de Marina, fue encarcelado -primero- en el Penal de las Cuatro Torres en La Carraca y, más tarde, en el penal de La Casería. En la madrugada del 28 de agosto, "sin juicio ni encausamiento alguno", fue fusilado junto a otros compañeros también militares, la mayoría de ellos jefes y oficiales que rehusaron secundar el golpe de estado. Murió al grito de "A pesar de todo, viva España". Con motivo del acto se habían solicitado honores militares, así como la participación de la banda de música del Tercio Sur de Infantería de Marina, teniendo en cuenta además que el militar asesinado fue músico. Tal petición fue denegada por el Ministerio de Defensa de la señora Robles, arguyendo que se trata de "hechos extemporáneos" y "que no debe considerarse que muriera en acto de servicio", y también la "neutralidad política" de las Fuerzas Armadas. No hace falta recordarle a Robles, porque debería saberlo como representante de un gobierno cuyo partido defendió la democracia, que el asesinado, tal como reza en su sepulcro, "murió por su conciencia y honor" el 28 de agosto de 1936. Se conoce que los honores militares no corresponden a quien no traicionó, como militar demócrata, al régimen republicano legalmente constituido. Los familiares tuvieron que conformarse con la interpretación en el cementerio municipal, por parte de varios músicos de la Sociedad Filarmónica de San Fernando, de la marcha Rama y canela, compuesta por Manuel de Sancha Morales. ¿Cómo no recordarle al gobierno progresista de España, ante hechos como este, que aún no fue reparada públicamente la memoria y la dignidad de aquellos generales y altos mandos militares que no traicionaron, como demócratas, al gobierno de la segunda República y fueron fusilados por los generales felones?
DdA, XX/5.819
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