jueves, 24 de octubre de 2024

SUMAR AVALA VELADAMENTE QUE SE ACUSE A ERREJÓN DE VIOLENCIA MACHISTA


De la cena de las empanadillas con Carmena al rejón de muerte que acaba de clavarle don Íñigo a la lideresa de Sumar y a este partido han pasado unos cuantos años. Los suficientes como para hacer mejores, política y éticamente, a quienes fueron víctimas de uno y otra con la colaboración estelar de los medios de comunicación. Todo mi desprecio. Lo que no podía imaginar es que además de felón, este muchachito fuera tan miserablemente torpe. Dice mi amigo Santana: "Icono de la división de la izquierda, encumbrado, protegido y ungido por el régimen del 78 para derribar a PODEMOS, con él comenzó todo. Bautizado por Enric Juliana como el Messala de la política española, dimite señalado por escándalos de acoso sexual. Ni siquiera yo, que le odiaba por romper un sueño, supe verlo venir; la energía masculina es el Mal mismo de este mundo". Añade mi estimado Goti: "En mi opinión, el tipo ese que ha dimitido, aparte de otras consideraciones que se comentan y que desconozco, es un majareta de manual al que se le concedieron méritos intelectuales que no tenía y se le aupó a las alturas para mayor desgracia de la izquierda española, caída en una ensoñación y un delirio de los que va a resultar muy complicado rescatarla. Hasta nunca, Errejón". Nada que añadir, por ahora. Lazarillo

Gesamí Forner

a segunda mujer dispuesta a hablar lo hizo de forma anónima a través de un mensaje publicado el lunes en la cuenta de Instagram de la periodista Cristina Fallarás, que recoge testimonios de violencia machista. Decenas de mujeres que lo leyeron reconocían a quién se refería la usuaria: el político Iñigo Errejón, portavoz de Sumar en el Congreso. A primera hora de esta tarde, Errejón ha dimitido con una carta publicada en la red social X. Considera que su salud mental está comprometida, debido al nivel de exposición que arrastra, justifica. A última hora de la tarde, Más Madrid ha explicado que, “tras comprobar su verosimilitud” de las acusaciones, “exigió a Sumar la dimisión de Íñigo Errejón”. “Somos y seremos un partido comprometido contra la violencia machista”, concluyen.

“Llevo tiempo trabajando en un proceso personal y de acompañamiento psicológico, pero lo cierto es que para avanzar en él y para cuidarme, necesito abandonar la política institucional, sus exigencias y sus ritmos”, ha escrito. De las acusaciones sobre su comportamiento machista que hace años sobrevuelan sobre él, no ha explicitado nada. Sobre su comportamiento general ha indicado: “Con una forma de comportar que se emancipa de los cuidados, de la empatía y de las necesidades  de los otros” y que proviene de su “subsistencia” a la “primera línea política”.

Hay testimonios de mujeres que datan desde sus inicios políticos. El primero publicado, y posteriormente borrado de Twitter, provenía de una mujer de Castelló y, en este caso, era en grado de acoso —la agarró de la cintura y luego del culo, sin conocerla de nada, con intención de ligar en el festival de música punk y feminista Tremenda—. “He llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona”, concluye Errejón en su carta. 

El mensaje de Instagram empezaba así: “A mí me pasó con un político que vive en Madrid. Un político muy conocido. Me habían avisado del trato que le daba a las mujeres, pero dada su posición política, no podía creerme que eso fuera verdad, así que aún así, seguí”.  

Según su testimonio, el político al que se refiere es “un maltratador psicológico” y esta es la “dinámica que emplea”: “Ser extremadamente simpático inicialmente para engancharte, cuando ve que ha conseguido algo, empiezan los desplantes y el gaslighting (siempre eres tú, que no entiendes al diputado). Por la tarde te muestra afecto e incluso te hace proposiciones de relación y, a las dos horas, te echa de su casa. Si haces algo que no le gusta, te castiga con silencio e indiferencia, para que vayas aprendiendo a respetar a Dios, que es lo que se cree que es”.

Advierte de que le pidió “prácticas humillantes” en la cama y que, cuando ella se negó, “te monta números”, y definió su “forma de tener sexo” como “una forma de ejercer poder”.

Tras la viralización de este post, se plantearon varias preguntas: si las acusaciones son ciertas, ¿quién sostuvo al político durante estos años?

Su sustituta en el Congreso, donde Errejón ya ha abandonado su escaño, será Alda Recas, enfermera y, actualmente, en el Ministerio de Sanidad.  

Sumar avala veladamente las acusaciones de violencia machista

Sumar ha hecho público un comunicado, también en la red social X, en el que explica que “tras las informaciones aparecidas esta semana, desde Sumar iniciamos un proceso para recabar información sobre las declaraciones que se habían vertido, fundamentalmente en redes sociales, sobre Íñigo Errejón”. Tras recoger su dimisión, la ejecutiva del Movimiento Sumar “se ha reunido de manera inmediata y, tras haber escuchado las razones expuestas, ha aceptado de forma unánime su dimisión”.

Concluyen que desde la formación aspiran a “construir una sociedad y una política feministas, y eso requiere un compromiso firme en todos los ámbitos”, avalando veladamente con estas palabras las acusaciones de violencia machista que finalmente esta semana habían encontrado eco social. 

Yolanda Díaz ha hecho suyas las palabras del comunicado y a última hora de la tarde ha escrito un tuit, en el que ha recalcado la apertura de una investigación y su compromiso con una sociedad y política feministas.

La actriz y presentadora Elisa Mouliaá ha sido la primera mujer en decir públicamente que ella también ha sido víctima de acoso por parte de Íñigo Errejón, según ha expresado en su cuenta de X, donde ha enlazado a varios medios y periodistas para narrar su experiencia.

El texto completo de la dimisión:

En los últimos meses, y de forma más insistente en las últimas semanas, he ido pensando en que tenía que tomar algunas decisiones importantes. Hoy ha llegado el día de hacerlo.

Llevo prácticamente desde que tengo uso de razón comprometido y militando políticamente. Esa es mi forma de estar en el mundo. Pero desde hace diez años ocupo posiciones de representación pública en la política institucional y de altísima visibilidad y exposición mediática. He tenido el privilegio de defender las ideas que considero más hermosas y justas, y de hacerlo durante una de las décadas más intensas, pero también más duras, de la política española. Eso conlleva muchas experiencias, aprendizajes y motivos de orgullo. Pero también genera un tipo de vida, una cotidianidad, una subjetividad, un tipo de vínculos con el ámbito público, con la fama y con los demás que pasan factura. El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional. Creo que esto es algo que en mayor o menor medida experimenta toda y todo el que esté en esta posición durante un tiempo prolongado.

En la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros. Esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo.

Yo, tras un ciclo político intenso y acelerado, he llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona. Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano. La lucha ideológica es también una lucha por construir formas de vida y relaciones mejores, más cuidadosas, más solidarias y, por tanto, más libres. No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana.

Llevo tiempo trabajando en un proceso personal y de acompañamiento psicológico, pero lo cierto es que para avanzar en él y para cuidarme, necesito abandonar la política institucional, sus exigencias y sus ritmos.

Anuncio así, como ya he comunicado a mis compañeras y compañeros responsables, mi dimisión como portavoz del Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar, dejo el escaño en el Congreso y todas mis responsabilidades políticas. Siempre seguiré militando y comprometido, pero para mí se acaba esta etapa política institucional y espero contribuir así a la renovación generacional y de cuadros e ideas que las fuerzas democráticas y populares necesitan.

Termino la etapa más importante de mi vida. Una etapa dura y apasionante. Con aciertos de los que estoy orgulloso y errores que espero contribuir a reparar con esta decisión. Un abrazo fraternal a todos los compañeros y compañeras de todos estos años.

Salud.

Iñigo Errejón
EL SALTO DdA, XX/5.803

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si los comentarios se borran de qué sirven. Es un traidor y un cobarde

Félix Población dijo...

Cierto.

Félix Población dijo...

Lamento el error al copiar y pegar.

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