miércoles, 9 de octubre de 2024

¿QUÉ FUE DE LOS RECUERDOS DEL CONDE LATORES SOBRE EL 23F?

 


Félix Población

Quienes empezábamos a brujulear por las revistas de la época con trabajos precarios y un tanto frívolos, y tuvimos oportunidad de conocer a colegas y fotógrafos que trataron con el mundillo de las vedetes, teníamos alguna noción en 1977 de lo de la actriz y el entonces Jefe del Estado. Si esto había llegado hasta nosotros, que éramos unos mindundis, es muy posible que José María Íñigo lo tuviera más claro, pues en su calidad de disc-jockey a finales de los sesenta había conocido entre las múltiples gogós de las salas de fiesta a la que luego fue actriz de la filmografía del destape, gracias a sus contactos reales, con el nombre de Bárbara Rey.

Así se desprende de las preguntas que le planteó Íñigo a la mencionada cuando asistió como invitada de mesa al programa de variedades de TVE Esta noche...fiesta que se transmitía en directo desde Florida Park. La ocasión se prestó para que el mostachudo y afamado presentador, después de interesarse por la vida sentimental de la vedet de Totana, le deseara que los Reyes le trajeran el amor deseado, algo que en pleno verano quedaba descaradamente fuera de contexto navideño.

Lo que ahora sabemos, con los audios grabados de las charlas sostenidos en la intimidad entre doña Bárbara y el exjefe del estado, y que ha publicado un diario digital, es que para acallar lo que se ha hecho público ahora parece ser que el CESID entregó en su día a la actriz más de 600 millones de pesetas. La gravedad que supondría esto a cuenta de los fondos reservados debería ser aclarada.

Si fuera cierto, lo que con más interés pretendió ocultar el CESID con la torpeza que ahora se acaba de evidenciar al difundirse los audios, no sería lo que ahora han resaltado la mayoría de los medios como un asunto propia de la prensa rosa, sino las confidencias hechas por el monarca a su amante acerca del episodio más relevante de su reinado, el 23F, que esos medios de comunicación parecen haber pasado por alto y que no afectan a los asuntos del corazón sino al corazón del régimen político vigente.

A juzgar por esos comentarios, que un jefe del estado un poco más sensato jamás debería haber revelado en unas circunstancias como las de su relación extramatrimonial, quien oficialmente ha pasado a la historia como salvaguardia de la democracia impidiendo el golpe cívico-militar de aquella tarde de febrero de 1981, habría formado parte de su preparación en colaboración con el general Armada, cuyo silencio valora Juan Carlos I en esos audios, al tiempo que lamenta lo que va "largando" el primer conde de Latores, general Sabino Fernández Campo (1918-2009), interventor de la casa militar del general Franco, secretario primero y jefe después de la Casa Real entre 1977 y 1993, de quien se sabe que escribió una especie de recuerdos, alguno de ellos sobre el 23F, consultado y publicado por el exdiputado vasco Iñaki Anasagasti.

¿No hay más recuerdos del conde de Latores que los aportados por Anasagasti en su blog? Si los hay, ¿podrían revelar algún día más detalles de lo que vivió el general al lado del monarca y que la vigente ley franquista de Secretos Oficiales sigue ocultando a la ciudadanía y a la historia acerca de aquella esperpéntica jornada, más propia de nuestro siglo XIX que de finales del XX?

También me pregunto, puestos sobre esa pista, si sabe algo de la existencia o paradero de esos posibles escritos la periodista y escritora María Teresa Álvarez, viuda del primer conde de Latores por gracia de su jefe.

Léase@también: El artículo de Willy Veleta en Diario Red Un Cristo de paella. El firmante y creador del artículo-río merece la lectura íntegra, a la que mueve este párrafo: "Corinna se quejaba de que el rey nunca había estado con una tía que cocinara. Por suerte para ella no había probado la paella de Bárbara. Dejaba caer que a Sofía se lo debían dar todo hecho. De Grecia le viene al galgo. Se crió entre algodones. Me hubiera gustado probar la paella de Corinna, o de Marta Gayá. O el arroz con cosas de Sabino. Ese hombre que al parecer le dijo a Iñaki Anasagasti que el 23-F por la tarde (antes del desenlace de película) pilló a Juanqui y a Sofi brindando con champán, ni siquiera con cava. Ni está (la democracia) ni se la espera. Todos deberíamos haber probado algo de esta gente antes de que Suárez decidiera (tapándose el micrófono de corbata con la mano) que eran lentejas, monarquía o monarquía. Ahora tenemos que elegir entre la monarquía Leonor o la monarquía paella de lomo y beicon. Visiten nuestro bar. Koldo les atenderá".

DdA, XX/5.793

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