Lazarillo
Lo llaman humanismo mejicano, el que ha llevado a ese querido país a una ejemplar trasformación en los últimos seis años, desde que Andrés Manuel López Obrador fue elegido presidente de aquella república. Ahora le toca proseguir esa labor a la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, la primera mujer que desempeña el cargo en la historia de Méjico, y que acaba de pronunciar un bellísimo discurso de investidura que este Lazarillo recomienda escuchar (minuto 37). En el mismo da lectura a los diez puntos que configurarán los compromisos de su gobierno, así como los proyectos que se propone desarrollar a lo largo del próximo sexenio. Sin duda lo más emotivo del discurso está en los párrafos finales, dedicados a las mujeres anónimas, a las del pasado y a las del presente, a todas las que "nos pensaron libres y felices". Es muy lamentable que entre los agradecimientos dados por la nueva presidenta a los representantes de los 105 países que asistieron al acto de investidura no estuviera el que el "gobierno progresista" de nuestro país se ha perdido por eludir su presencia al no haber sido invitado el rey, prefiriendo ser monárquico a demócrata. Sobre todo porque el Méjico que anuncia un discurso como el de Sheinbaum es el de un país con un porvenir más que próspero -que se podría convertir en guía a para Iberoamérica-, con el que convendría mantener la fraternidad que le debemos al menos desde que recibió con los brazos abiertos a la España peregrina, título de la revista que José Bergamín dirigió allí, en la que colaboraban los exiliados republicanos. Nadie debería perderse este discurso de investidura de Claudia Sheinbaum. Mucho menos, el "gobierno progresista" de España.
PS. Conviene ver también otros momentos de la ceremonia en honor a los pueblos indígenas, en torno a las 5 horas y media del vídeo.
DdA, XX/5.786
2 comentarios:
Da mucha ¿envidia? ese discurso.
Un gobierno que abandera el humanismo tiene mucho ganado humanamente, y eso es lo que aprecia la ciudadanía mejicana.
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