Félix Población
Es muy reconfortante esta noticia para quienes creemos que la lengua española está siendo muy mal hablada y escrita no sólo por los más jóvenes sino también en los medios de comunicación, y una de las causas bien puede ser el desconocimiento de aquellas lenguas que, como el latín y el griego que algunos estudiamos, forman parte de la raíz y expresión de nuestro idioma. No conozco el miramiento que ponen en las facultades de periodismo a la hora de corregir los trabajos escritos y los exámenes de los alumnos, pero salta a la vista y es muy deplorable que tanto en los medios audiovisuales como en los impresos se deslizan demasiados errores como para considerar que el estado de salud del castellano en el periodismo actual es satisfactorio. Leo en un artículo publicado hace unos años y firmado por Esteban Bérchez, presidente de la Sociedad Española de Estudios Clásicos de Valencia, que en Bélgica se pueden llegar a estudiar en el instituto seis años de latín, cinco en Alemania, Bulgaria, Hungría e Inglaterra, y siete en Italia. Y estando en éstas me encuentro que en una pequeña localidad de la provincia de Palencia, un profesor de filosofía jubilado, Andrés Román Mena, ha tenido la feliz idea de que el latín forme parte de la vida cotidiana de Antigüedad, tal como se llama el pueblo. Las frases en latín puede leerse en diversas fachadas del municipio, según como podemos advertir en este reportaje de Palencia en la Red. El profesor ha explicado su idea así: "Pensé que usar el latín de una determinada manera podría servir para promocionar Antigüedad”, que “veía las casas muy calladas, sobre todo en invierno, y es necesario que salgan del ensimismamiento y ensoñación en la que se encuentran. Si paseamos por el pueblo vemos un pueblo dormido y callado. Necesitamos que los edificios nos comuniquen algo, que nos hablen”. Hasta setenta frases en latín hablan, en efecto, desde las paredes del callejero de Antigüedad, cuyo topónimo invita ciertamente al uso del verbo de la cultura antigua, dando voz a dichos y decires, y también a la mitología clásica y a poetas como Ovidio y Virgilio. El vecindario ha acogido la idea de un modo muy receptivo, por lo que pronto serán más los textos que queden inscritos en las casas, para sorpresa del visitante y agrado de quienes pensamos que desconocer las raíces de nuestra lengua es una mutilación notable de nuestra cultura. En Antigüedad, gracias a un profesor jubilado arraigado y comprometido con su lugar natal, lo tienen en cuenta cada día que nace en medio de un lugar más de la llamada España vaciada. PER ASPERA AD ASTRA: a través de las adversidades hasta las estrellas.
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