Lazarillo
Es de agradecer que un medio de comunicación, CTXT, utilice como titular la calificación de ciberataque terrorista para el que el Estado de Israel ha llevado a cabo en Líbano contra la milicia de Hezbolá y que ha ocasionado más de treinta víctimas mortales y un gran número de heridos al explosionar un determinado número de dispositivos móviles. En otros medios como el diario El País leemos introducciones a las informaciones al respecto como esta de hoy mismo: "El bombardeo israelí en Beirut muestra la vulnerabilidad de la organización libanesa tras el pirateo masivo de sus dispositivos de comunicaciones, con cientos de milicianos fuera de combate y un miedo generalizado a la tecnología". Ayer, en el boletín de ElDiario leíamos a su subdirector: "Si Israel ha conseguido colar explosivos en los ‘busca’ de sus enemigos en Líbano, si hacen eso con un ‘busca’, ¿qué será lo próximo en estallar? Ha pasado un día y ya tenemos respuesta: los walkie-talkies. Otra oleada de explosiones en esos aparatos, que también fueron manipulados antes de que llegaran a Hizbulá, ha dejado este miércoles otra veintena de muertos y cientos de heridos, que se suman a los del martes. En total, más de 30 muertos, más de 3.000 heridos, una milicia absolutamente humillada y un país en estado de paranoia. De nuevo: ¿qué será lo próximo?". Como se aprecia, esos atentados terroristas no asesinan sino que "dejan fuera de combate" o "dejan muertos", al igual que ocurre con los miles de menores palestinos en la Franja de Gaza, el centenar y pico de periodistas, los miles de mujeres y ancianos, la barbarie en suma durante casi un año contra aquel pueblo por parte del Estado de Israel, al que la mayoría de lo medios rinden pleitesía.
DdA, XX/5.776
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