Félix Población
Hoy nos hemos enterado por una editorial francesa que el anterior Jefe del Estado por la gracia de Franco no va a hacer caso a su padre, que le aconsejaba no escribir unas memorias porque eso no es cosa de reyes, y va a publicar las suyas en algo más de 500 páginas, lo que hace un volumen lo suficientemente nutrido como para contar cosas. Se supone que esta decisión y la redacción del libro se le ocurrió y puso en marcha en su jubilar retiro de Abu Dhabi, adonde huyó hace más de un cuatrienio para no dar nociva sombra y ejemplo a su heredero en el trono a costa de sus corrupciones. Una sola palabra titulará esas memorias, Reconciliación, a la espera de que el libro salga a la luz a principios del año próximo. Lo que se sabe del contenido es lo poco que en estos casos adelanta la editorial, en palabras del protagonista, y que, por el título, pudiera parecer un ejercicio de estilo confesional para intentar volver a España: "Los reyes no se confiesan -escribe Juan Carlos I- y menos aún públicamente. ¿Por qué finalmente cambié de opinión? Tengo la sensación de que me están robando mi historia". Según el texto promocional de la editorial francesa, el emérito "explica sus errores y malas elecciones" y "no oculta nada de sus arrepentimientos. Habla con el corazón abierto, como quien sabe que no le queda mucho tiempo y preferiría confesar que mentir". Es muy probable que el libro vaya a tener una buena acogida en nuestro país y que tanto su autor oficial -del redactor que lo escribió en realidad nada sabremos- como la editorial consideren que las ventas masivas están aseguradas. Si así va a ser es porque el reinado del inviolable y anterior Jefe del Estado por la gracia de un dictador, sobre todo por su lamentable desenlace, se prestan al negocio editorial y esto es lo que más le puede importar a un tipo que tanto disfrutaba contando billetes en La Zarzuela. Lo del emérito huido a Abu Dhabi es sacar pasta hasta el fin de sus días. No es que "le roben su historia", es que también quiere sacar tajada de su historia al llegar a sus postrimerías, siguiendo el botín de sus antecesores.
PS. Para fomento del negocio editorial aludido, se publican en la prensa holandesa fotos de Juan Carlos I y Bárbara Rey en la intimidad. Puede que de aquí en adelante veamos más intimidades reales. Las fotos las hizo el hijo de la actriz cuando era un niño y se publican, obviamente, cuando se conocen las próximas memorias del rey emérito.
DdA, XX/5.779
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