Alejandro Álvarez
Qué difícil es mantener un mínimo de coherencia cuando se habla por hablar y sin sentido: el autoproclamado presidente electo Edmundo González pidió personalmente el asilo en España y la intermediación de Zapatero para lograrlo; Corina Machado, la lideresa de la ultraderecha venezolana bendice esa decisión del Gobierno español y del huido de la justicia venezolana pues cree que "es necesario para nuestra causa preservar su libertad, su integridad y su vida". Pero FEIJOO, fecundo defensor de todo lo que haga Edmundo y Corina, obligado a oponerse a cualquier acción o decisión de Sánchez, se ha lanzado a tumba abierta a criticar al Gobierno de Sánchez por concederle ese asilo a Edmundo. Como un día a Pedro Sánchez se le ocurra prohibir a Feijoo tirarse de la torre de la Giralda, este se tirará para llevarle la contraria y su último grito vital será para culpar a Sánchez de su muerte. Yo que Sánchez probaba.
DdA, XX/5.765
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