viernes, 20 de septiembre de 2024

ESTELLÉS: LO QUE VALE ES LA CONCIENCIA/ DE NO SER NADA SI NO SE ES PUEBLO


Félix Población

Creo recordar que fue en Burjasot, su pueblo natal (1924), donde entrevisté en 1978, en compañía de Javier Villán, al escritor, periodista y poeta Vicent Andrés Estellés, del que este año se cumple el centenario de su nacimiento y, por lo tanto, están programados una serie de actos oficiales en recuerdo de su vida y obra, porque de otro modo parece como si costara hacer memoria del privilegio vinculante, cultural y literario, que tiene este país con sus respectivas lenguas. De aquella hacíamos Javier y yo, por iniciativa mía y abierta disposición del director del periódico, una serie de reportajes de ocho y hasta dieciséis páginas sobre las renacientes culturas de las que entonces se llamaban nacionalidades y regiones, sumidas en un largo e impuesto letargo durante la dictadura. Algunos de esos reportajes de alguna de esas nacionalidades y regiones se publicaron después en varios libros. La del País Valenciano creo que fue la cuarta comunidad visitada, por detrás de Galicia, Euskadi y Cataluña, aunque no lo podría asegurar. En Valencia entrevistamos al profesor Manuel Sanchís Guarner (1911), que había combatido en el ejército republicano y que fue recluido en un campo de concentración al final de la guerra. Guarner, profesor no numerario de la Universidad de Valencia, fue un destacado filólogo del panorama académico de los llamados Països Catalans que, precisamente en 1978, sufrió un atentado con bomba de parte de la utraderecha valenciana. En la localidad de Sueca hablamos con el escritor Joan Fuster, con quien tengo una simpática fotografía en su vieja casa natal, autor de un libro entonces muy mediático, Nosaltes els valencians, y en Burjasot estuvimos con Vicent Andrés Estellés, sosteniendo en todos los casos largas y amenas conversaciones sobre la coyuntura política y cultural que se vivía en esos territorios y en la España transicional en general. La importante obra de este poeta valenciano estuvo unida desde el principio a la Nova Cançó, por lo que algunos de sus poemas fueron musicados y cantados por Raimon, María del Mar Bonet, Luís Llach o Pi de la Serra, entre otros. La cultura popular y su conocimiento de los autores clásicos catalanes y latinos se abrazan en sus poemarios, además de autores como Baudelaire, Neruda o Pavese. Entre sus obras se suelen citar como más señaladas: Les pedres de l'àmfora, premio Lletra d'Or 1974 y Crítica Serra d'Or 1975;  Llibre de meravelles, un gran canto a Valencia y a los pueblos de la Huerta en el que recrea los primeros años de la dictadura, y Mural del País Valencià,  obra extensa sobre el paisaje, los personajes y la historia de los pueblos valencianos. El mismo año en que conversamos largamente con él, coincidente con el de su salida del diario Las Provincias  -donde fue redactor-jefe-, recibió el Premio de Honor de las Letras Catalanas. Uno de sus poemas más conocidos es el que sigue, perteneciente al Llibre de meravelles, una obra que data de 1971 en la que el autor ofrece una visión sobre su país en los oscuros tiempos de guerra y posguerra en los que discurrieron su niñez y adolescencia.

Assumiràs la veu d’un poble
i serà la veu del teu poble
i seràs, per a sempre, poble,
i patiràs i esperaràs,
i aniràs sempre entre la pols,
et seguirà una polseguera.
I tindràs fam i tindràs sed,
no podràs escriure els poemes
i callaràs tota la nit
mentre dormen les tues gents,
i tu sols estaràs despert,
i tu estaràs despert per tots.
No t’han parit per a dormir:
et pariren per a vetlar
en la llarga nit del teu poble.
Tu seràs la paraula viva,
la paraula viva i amarga.
Ja no existiran les paraules
sinó l’home assumint la pena
del seu poble, i és un silenci.
Deixaràs de comptar les sil.labes,
de fer-te el nus de la corbata:
seràs un poble, caminant
entre una amarga polseguera,
vida amunt i nacions amunt,
una enaltida condició.
No tot serà, però, silenci.
Car diràs la paraula justa,
la diràs en el moment just.
No diràs la teua paraula
amb voluntat d’antologia,
car la diràs honestament,
iradament, sense pensar
en ninguna posteritat
com no sia la del teu poble.
Potser et maten o potser
s’en riguen, potser et delaten;
tot això són banalitats.
Allò que val és la consciència
de no ser res sinó s’és poble.
I tu, greument, has escollit.
Després del teu silenci estricte,
camines decididament.


Asumirás la voz de un pueblo, /y serás la voz de tu pueblo,/ y serás, para siempre, pueblo, /y sufrirás, y esperarás, /e irás siempre entre el polvo,/ te seguirá una polvareda./ Y tendrás hambre y tendrás sed,/ no podrás escribir los poemas /y callarás toda la noche /mientras duermen tus gentes, /y sólo tú estarás despierto, /y tú estarás despierto por todos./ No te han parido para dormir:/ te parieron para velar/ en la larga noche de tu pueblo./ Tú serás la palabra viva,/ la palabra viva y amarga. /Ya no existirán las palabras, /sino el hombre asumiendo la pena/ de su pueblo, y es un silencio./ Dejarás de contar las sílabas, /de hacerte el nudo de la corbata:/ serás un pueblo, andando/ entre una amarga polvareda,/ vida arriba y naciones arriba,/ una elevada condición. /No todo será, sin embargo, silencio. /Porque dirás la palabra justa, /la dirás en el momento justo. /No dirás tu palabra /con voluntad de antología,/ porque la dirás honestamente, /airadamente, sin pensar/ en ninguna posteridad, /como no sea la de tu pueblo. /Quizás te maten o quizás/ se rían, quizás te delaten;/ todo eso son banalidades. /Lo que vale es la conciencia/ de no ser nada si no se es pueblo./ Y tú, gravemente, has escogido. /Tras tu silencio estricto, /caminas decididamente.

DdA, XX/5.775

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