jueves, 15 de agosto de 2024

GANADEROS Y TURISTAS EN LA ASTURIAS DE MASAS TURÍSTICAS


El cartel que ilustra el siguiente artículo, promovido y pagado por un partido asturianista, no tuvo más de un día exhibición en la localidad de Villaviciosa, pues el Ayuntamiento de aquella villa consideró improcedente su colocación en el callejero urbano. Desde Aina, el partido asturianista, se ha considerado “inaceptable” que una valla contratada se retire por presiones políticas que podrían venir del gobierno local de Villaviciosa. “Tenemos la sensación de haber tocado un tema tabú”, apuntan fuentes consultadas del partido político, que ha contratado cuatro vallas publicitarias en diferentes puntos de la comunidad. El objetivo era abrir un debate necesario e indispensable ante la masificación turística que está experimentando Asturias en los últimos años, algo que al gobierno municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Villaviciosa no le place y por eso ha presionado hasta conseguir que la valla publicitaria fuera eliminada. Este Lazarillo quiere recordar, en relación con el siguiente texto de Alberto Alonso, que a neorrurales y turistas les empieza a molestar el bullicio de las cuadras ganaderas, para las cuales han llegado a requerir insonorizaciones en el colmo de la desfachatez por el trato de favor que se les dispensa. Escribe Alberto Alonso:


"Veo en otro lugar de Facebook la publicación de La Voz de Asturias, que se refiere al enfrentamiento de una ganadera con unos turistas que llevaban suelto un perro pastor alemán en un monte donde suele haber ganado pastando guardado por mastines.
Opino al respecto que está claro que los perros que pueden molestar al ganado que pasta en los montes deben ir atados, y me parece que quizás sea conveniente que también vayan atados, señalándoles su camino y cómo han de proceder, aquellos que no entienden que lo importante en los pastos de montaña es el ganado y no el turismo. Ah, y esos turistas también deberían llevar amarradas a ellos, las bolsas de plástico, las botellas, las latas de conservas y bebidas, los manteles y servilletas de papel y las demás cosas que llevan para comer; de esta manera , llevándolas atadas a si mismos, no las dejarían tiradas de cualquier manera en el monte.

Los turistas han comportarse como unos invitados, y no deben crear problemas creyéndose que son lo más importante en los lugares que visitan, y esto debe ser así en el monte, en los pueblos, en las ciudades, en las playas, en fin, que en cualquier sitio los turistas deben actuar correctamente, sin entorpecer el normal discurrir de la vida de los habitantes de esos lugares, que no tienen por qué soportar comportamientos incívicos de personas que están allí de paso". 

NOS ESTÁ QUEDANDO UN GIJÓN MUY CASPOSO

El concejal que fuera de Vox y que por conveniencia propia y de otros se hizo no adscrito, dijo en la presentación de las casetas de Begoña, pomposamente llamadas Paseo Gastro, que entre los hosteleros había alguno de los barrios. No entiende, o no quiere entender, que el problema no es que los barrios estén representados en la titularidad de alguna caseta, el problema es que los barrios no tienen Semana Grande. Las zonas oeste y sur de la ciudad no tienen actos de la Semana Grande en sus calles, sus vecinos, para disfrutar de las fiestas tienen que desplazarse al centro y los comercios en general, pero sobre todo los hosteleros, ven mermados sus ingresos en las que debieran de ser las mejores fechas del año. Oficialmente las casetas son todo un éxito, los ciudadanos de Gijón acuden en masa a ellas, en realidad lo hacen a cualquier actividad lúdica, sobre todo las de comer y beber y se les convence fácil de que los precios son un chollo, aunque al final de la fiesta la cartera diga otra cosa. Las redes sociales critican la acumulación de materiales sin ningún orden tras las casetas y la falta de servicios públicos, pero sus promotores, los responsables de Otea, a quienes les ha hecho la boca un fraile, se encargan de amplificar en los medios su aceptación y ya piensan ampliar el negocio el próximo año buscando nuevos terrenos que conquistar, con la complicidad del concejal aludido, encantado de que le den el trabajo hecho.
Vuelven los toros, tras unos pocos años sin ellos, en los que las fiestas no se resintieron, hemos dado un paso atrás que nos devuelve a la barbarie con misa en el ruedo. Si no quieres taza, presencia institucional en la bendición de las aguas, misa en El Bibio y autoridades en la misa de la patrona que no lo es, ya que desde hace siglos, la patrona de Gijón es Nuestra Señora de Contrueces. El gobierno municipal, no sabe, no contesta, si la cruz del Simancas es un monumento franquista, se lava las manos sobre su retirada, pasa la pelota al gobierno regional y a otra cosa. La concejala excompañera del concejal de las casetas, dice que lo del "Cara al sol" está bien, y lo compara con cantar "la Internacional, se desconoce quiénes eran los cantores" pese a la cercanía de la Policía local. Consideraron un agravio estos cantantes y sus mariachis, la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, al confundir la representación de una bacanal con "La última cena", y para lavar tan grave ofensa, pese a las aclaraciones dadas desde el primer día, los ofendiditos celebraron en la Iglesiona una misa de reparación por las blasfemias de la inauguración de las Olimpiadas. De misas vamos servidos los gijoneses. La justicia europea, prohíbe la caza del lobo, pero ya está en marcha la desinformación de las derechas a los ganaderos para que los culpables sean Barbón y Pedro Sánchez. Y el consejero de Fomento blanquea el vial de Jove: "Hay zonas que pueden ir en superficie, otras serán soterradas".

Nos está quedando un Gijón muy casposo.

DdA, XX/5.738

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