domingo, 4 de agosto de 2024

EL OLÍMPICO ENTUSIASMO DE LOS REYES DE ESPAÑA



Félix Población

A raíz de la presencia de Felipe VI en la competición internacional de la Eurocopa, con la selección española de fútbol brillando a gran altura y resultando vencedora de la misma, hemos podido observar al Jefe del Estado, y rey de España por la gracia de quien lo fue por la de Dios y la madre iglesia católica, mostrando explícitamente su desbordado entusiasmo en el palco  presidencial de los estadios celebrando los éxitos de nuestro futbolistas, mandando el protocolo a freír espárragos. 

Algo de esto aprendió de su esposa, que me parece lo precedió en ese frenesí, de modo que uno y otro, además de mostrarse tan humanamente a los medios de información, confraternizan incluso a base abrazos cuando felicitan personalmente a los deportistas sudorientos, sobre todo a aquellos y aquellas que intervienen en las competiciones más mediáticas. 

Esta es una novedad de la monarquía borbónica, siguiendo probablemente el ejemplo de otras monarquías europeas, que con seguridad ha sido programada por la Casa Real para un mayor acercamiento a los otrora súbditos y que, en el caso de la corona española, era casi de fuerza mayor, dado el desprestigio que acumuló el ahora mal llamado rey emérito. 

Junto a esa aproximación tan campechana de sus majestades al rasero popular, no se deben olvidar las imágenes de la familia real en las redes sociales, bajándose a la calle para mostrarse entre la gente de a pie, y hasta dejando que se escuchen sus palabras para mayor encantamiento de la audiencia proclive a este tipo de embelecos. 

El pueblo más sensible a estas componendas -cada vez menos- ha de sentirse muy satisfecho con estos soberanos, a los que, como pasara con el rey emérito huido a un emirato dictatorial, los medios cortesanos (casi todos) prestan similar pleitesía. 

DdA, XX/5.727

No hay comentarios:

Publicar un comentario