viernes, 2 de agosto de 2024

EL AYUNTAMIENTO DE GIJÓN, EN CONTRA DE LA LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA



Félix Población

Por decisión de los electores, la extrema derecha tiene capacidad para influir en la derecha extrema (Partido Popular y Foro Asturias) y determinar que un monumento de exaltación a la dictadura permanezca en la ciudad de Gijón, incumpliendo el artículo 35 de la Ley de Memoria Democrática*. Así lo ha decidido recientemente el Plano del Ayuntamiento de aquella villa, negándose a eliminar o resignificar la fachada del Colegio de la Inmaculada en donde se encuentra el monumento a los "Héroes del Simancas, erigido en 1958 por la dictadura como homenaje a los militares sublevados en 1936 en el Cuartel de Simancas. El actual centro educativo es propiedad de la Compañía de Jesús. Como es sabido, no lo suficientemente, desde ese cuartel se instó a que la ciudad fuera bombardeada para respaldar a los militares sublevados que lo defendían frente a los ataques de las tropas republicanas, algo que hicieron desde el mar el crucero Almirante Cervera y desde el aire la Legión Cóndor, con las consiguientes víctimas entre la población civil. Es de recordar al Ayuntamiento de Gijón, gobernado por la derecha tripartita (Partido Popular, Foro Asturias y Vox), lo que consta en el artículo mencionado de la citada ley con respecto a los símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática: "Se consideran elementos contrarios a la memoria democrática las edificaciones, construcciones, escudos, insignias, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial". Luego el Ayuntamiento de Gijón ha adoptado una decisión en contra de la ley, facilitando -como así ocurrió recientemente- concentraciones de personas ante esos monumentos que en otros países con pasado fascista (Alemania, Italia) son imposibles por haber sido más efectivos a la hora de eliminarlos. Vox, respondiendo a su ideario, ha pedido respeto en el Ayuntamiento de Gijón para lo que en los foros internacionales ha sido reiteradamente condenado: "En origen, naturaleza, estructura y conducta general, el régimen de Franco es un régimen de carácter fascista, establecido en gran parte gracias a la ayuda recibida de la Alemania nazi de Hitler y de la Italia fascista de Mussolini" (Asamblea General de la ONU, 1946). También en tiempos más próximos, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa  condenó a su vez al franquismo por las graves violaciones contra los derechos humanos que comportó el régimen de los "Héroes del Simancas". La derecha que tenemos se ha sumado una vez más a la ultraderecha que tuvimos y seguimos teniendo, esta vez gracias a las urnas.

Curiosamente, en esa misma calle de Cabrales, al termino de la cual está ese monumento, todavía existe el edificio de la vieja comisaría donde se torturaba a los demócratas durante la dictadura.

*En Salamanca ocurrió algo similar con el medallón del dictador en la Plaza Mayor y sin necesidad de Vox, que no existía. Para resistirse a la Ley de Memoria Histórica  durante  años (2007) se bastaba el PP.

CON EL PSOE, TAMBIÉN
David M. Rivas
Estudié nel colexu de La Inmaculada, en Xixón, y ellí que taba'l monumentu a los "héroes" del cuartel Simancas, aquellos anxelotes y aquella cruzona, pero nunca naide mos contó lo que representaba o significaba. Nin posábamos pa facer semeyes nin ren de res. Ye verdá qu'un día, nun me recuerdo cuálu, llegaba xentona de corbata y d'uniforme que ponía una corona lloréu, echaba unos cantarinos y pegaba unes berríes con vives y arribes, siempres por tres. Tamién teníamos dientro una maqueta del colexu destrozáu, la mesa de nun sé quién, un cañón, unes banderuques puerques, dos o tres retratos de militares, puede qu'un fuera de Franco y otru de Pinilla, y dalgún cachivache qu'otru. Nun paez que los xesuites tuvieran muncha gana de contamos a los escolinos les fazañes béliques de cuatru golpistes nin de la cruzada de Pío XII, nin tampoco la milonga de "disparái sobro nosotros". Y un bon día quitaron aquello y naide lo echó de menos. Pero na fachada siguieron los paxarones y la cruzona. El casu ye qu'Izquierda Unida y Podemos presentaron una propuesta pa quitar el monumentu n'aplicación de la Llei de Memoria Democrática, uniéndose dempués los conceyales socialistes. Foro, Partido Popular y Vox echaron abaxo la propuesta. Creo que l'alcaldesa y los suyos queden calificaos por sigomesmos ensín que seya mester que yo venga a etiquetalos. Lo que me llama l'atención ye cómo un plenu municipal puede decidir incumplir la llei. Igual mañana l'ayuntamientu de Xixón decide que l'asesinatu nun ye dellitu nel conceyu o que la llei contra'l maltratu a la muyer nun ye aplicable ente Cimavilla y Begoña. Agora bien, convién nun escaecer qu'el PSOE lleva gobernando más de cuarenta años n'Asturies, quitando cincu, y en Xixón otros tantos, quitando seyes. Mediu sieglu, que ye gobernar diez o doce años más que Franco, paez lo bastantina como pa quitar un monumentu fascista, con llei o ensín ella. Cuando los socialistes, los demócrates, los lliberales, nun cumplen cola so misión, fundamentalmente ética, namás que cabe esperar qu'el neofascismu se rearme políticamente. Pel momentu sólo políticamente.

DdA, XX/5.726

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