martes, 27 de agosto de 2024

AHORA REPARAN LAS OPERADORAS EN "PROTEGER A LOS NIÑOS EN EL MUNDO DIGITAL"


Félix Población

Lo recordamos bien quienes fuimos padres de niños y niñas cuando el boom de los teléfonos móviles. No sé a qué edad mi hija tuvo su primer celular, como los llaman en América Latina, pero sí que a los once años tenía formada su pequeña biblioteca y tenía ya más bien establecida la costumbre de la lectura, a pesar de que entre sus primeras amistades del cole ya había compañeros que presumían de sus primeros móviles. 

Al día de hoy mi hija sigue siendo una asidua lectora que maneja con soltura y eficacia las tecnologías electrónicas, imprescindibles para su trabajo. Con todo, preferiría que le dedicara mayor tiempo a los libros que al móvil porque creo que en su formación y capacidad crítica han sido los libros la herramienta fundamental, decisiva a su vez para su cualificación en la profesión que ejerce a base de tecnología digital.

Hoy he leído que los menores de once años no deberían tener a mano ningún teléfono que les permita el acceso tanto a internet como a las redes sociales. Lo recomendable es que se les permitan aparatos de capacidad limitada con los que sólo puedan enviar mensajes de texto y hacer llamadas. Es más, hasta los trece años, ese acceso a las redes debería ser limitado, con un control parental que se extendiera hasta los dieciséis años, de forma que se les gestionara el acceso a páginas web y plataformas con contenidos inapropiados para menores. Conocidos están siendo las consecuencias que está teniendo la pornografía en la sexualidad de los adolescentes.

Estas recomendaciones las acaba de hacer, pasados unos cuantos años desde el boom de los celulares y el uso y abuso de los mismos por parte de los menores con padres concesivos, uno de los operadores británicos de celulares que lleva las iniciales EE. Así lo ha difundido en una guía publicada estos días que lleva por indicación de cabecera la de "proteger a los niños en el mundo digital". 

Digamos, por ser educados y no descalificar en exceso esa hipocresía, que la susodicha operadora repara con notable retraso en una materia que le sirve de pingüe negocio, porque el primero y fundamental objetivo de la misma ha sido precisa y exclusivamente hacer negocio y después, mucho después, reparar en los efectos nada constructivos que está teniendo  poner en manos de los menores un móvil sin controles previos.

DdA, XX/5.751

No hay comentarios:

Publicar un comentario