viernes, 28 de junio de 2024

TODOS DEBIMOS Y DEBEMOS APRENDER A PLANCHAR EN LOS COLEGIOS


Félix Población

En lugar de ser noticia un colegio o unos colegios que segregan por sexo al alumnado, algo que en 2018 hacían hasta 87 centros concertados en este país -reducidos actualmente a 47-, la noticia estos días en algunos periódicos ha sido muy diferente y ha logrado relevancia nacional en los grandes medios, salvo en la radio y televisión públicas porque su profesionalidad ronda la indecencia. Se trata de la iniciativa puesta en marcha en un colegio de Vigo, de nombre Montecastelo, compartida por el alumnado que cursa cuarto de ESO. En este centro, su director ha querido que los papeles tradicionalmente desempeñados en el hogar dejen de ser lo que han sido y siguen siendo, y empezar a ejercer con la práctica en la igualdad entre hombres y mujeres a la hora de acometer las tareas domésticas. El balance de este curso, según Gabriel Bravo, coordinador de ese tipo de tareas, es que los alumnos no han escuchado teorías más o menos progres con relación al asunto, sino que han aprendido a planchar, a coser y cocinar, electricidad básica o algo tan sencillo como poner una lavadora o un lavavajillas. Nada de rollos teóricos, prácticas, algo que está al alcance de cualquier centro escolar, pero que al día de hoy es noticia porque se ha hecho con éxito en un colegio de Galicia. Lo más llamativo de esto es que, habiendo recibiendo los parabienes de los padres y madres en general en las redes sociales, lo más posible es que esta idea no pase de ser una iniciativa excepcional y que el curso que viene pocos centros se avengan a ponerla en marcha. Quienes por edad tenemos memoria de una educación nacional-católica sabemos que, de aquellas, a las niñas se las enseñaba labores del hogar y que, si algún niño, por casualidad, se le ocurría interesarse por aprender a coser, podría ser motivo de duda por su tendencia sexual, con el riesgo de la consiguiente mofa. Llevamos casi medio siglo de democracia, o eso es de lo que presumen los políticos que se han turnado en los diferentes y múltiples escaños habilitados con el régimen del 78, ¿no nos da vergüenza de que el ejemplo del colegio Montecastelo de Vigo sea una singularidad en nuestro país cuando tanto se parlotea de feminismo y de equiparar en derechos a la mujer y al varón? Esa reivindicación se cocina y enseña en el hogar y en la escuela.

DdA, XX/5.692

No hay comentarios:

Publicar un comentario