jueves, 13 de junio de 2024

POLÍTICOS CON VERSOS Y POLÍTICOS CONVERSOS SIN ENMIENDA


Tal como indica Maraña, hubo un tiempo -vivido por los firmantes- en que las argumentaciones de los políticos en el Congreso contaban con las citas de los poetas porque, además de mayor cultura y educación en quienes ocupaban los escaños, algunos de los diputados -diputadas había pocas y sólo figuran dos en la lista que menciona Félix- eran poetas. Este Lazarillo ignora si ahora hay entre sus señorías alguno que escriba versos, pero si lo hace debe de ser muy en secreto, como los escribíamos en la adolescencia aquella de amores reprimidos. Lo que si hay en el Congreso es fragor de descalificaciones, sobre todo por parte de esa derecha que desde 2004 ha querido volverse asilvestrada, tal como ocurre con sus medios afines, sólo que en estos la mala baba siempre fue más espesa, si cabe, tal como adelantó hace un tiempo el tal Losantos en la cadena de radio de la obispalía, la del amor fraterno. Y no se jubila ni pa Dios, el tío, que va para octogenario, hasta el punto de que podría fallecer con la rabia puesta, esa que le ha valido para llegar a empresario mediático por bailarle el chachá a la lideresa Esperanza, consorte de una Grande de España.

Félix Maraña

En un debate de reforma del cálculo de las pensiones, allá por 1984, Andoni Monforte, portavoz de la Minoría Vasca en el Congreso de los Diputados, citó este pensamiento heraclitiano del poeta Ángel González:
"Nadie se baña dos veces en el mismo río salvo los muy pobres".
Recordar ahora aquellos tiempos en que sus señorías eran educados, cultos, no se insultaban (salvedad hecha de Alfonso Guerra), produce nostalgia cuando no melancolía. Un tiempo en que los políticos citaban a los poetas.
Un tiempo en que los políticos eran poetas. Había en las Cámaras varios poetas.
Si no me creen, deberían consultar (y leer) el libro "Políticos con verso y sin enmienda", del periodista, escritor y poeta Raimundo Castro Marcelo .
Se trata de una antología, publicada por Ibérico Europea de Educiones en 1988.
Recoge poemas de Iñaki Anasagasti (azote del Borbón), Juan Carlos Aparicio, Rafael Ballesteros (poeta profesional), Manuel Bermejo, León Buil, José Federico de Carvajal (presidente), María Eugenia Cuenca, Modesto Fraile, Alfonso Guerra (también), Rudolf Guerra y Fontana, Miguel Herrero Rodríguez de Miñón, Miguel Ángel Martínez, Rafael Martínez Campillo, Francisco Moldes, Joaquín Navarro Esteban (magistrado, que puso firme a fuerzas de Seguridad que atropellaban la ley), Manuel Núñez Encabo (y entonces entró Tejero, se sienten, coño), Pere Oliva (Joan Raventòs, presidente del Senado), Jose Manuel Paredes, Félix Pons (presidente), Agustín Rodríguez Sahagún (Alcalde de Madrid, poeta, coleccionista de arte, ministro de Industria, ministro de Defensa, poeta social en su Bilbao natal, junto con Blas de Otero), Javier Rupérez, Aurelio Sahagún, Pilar Salarrullana (lucha contra las sectas), Pedro Silva (Presidente del Principado de Asturias), Mario Trinidad, Juan Van-Halen (poeta profesional), Carlos Alonso Zaldívar (incalificable, saltarín).
Si cito a todos los poetas políticos y políticos poetas es para que se vea que hubo un tiempo en que en el Congreso se citaba a poetas para argumentar, había diputados que escribían poesía.
Visto desde hoy, pienso que estamos en otro país. No sólo no escriben poesía, sino que se descalifican, insultan y amenazan. No tienen enmienda.
Ahora ya no quedan políticos con versos. Tan sólo políticos conversos.

DdA, XX/5.677

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