Lazarillo
Un día como el 16 de junio, pero de aquel año bisiesto y fatídico de 1936, estas tres nadadoras fueron fotografiadas en los llamados Baños de Sant Sebastià de La Barceloneta. Desconocemos tanto la identidad del fotógrafo como la de las rubias protagonistas de la imagen. Forma parte de un álbum de fotografías de estas y otros nadadores fotografiados pocas semanas antes del inicio de la Guerra Civil, leemos en la información mal traducida del catalán, por lo que no creo que estén refiriéndose a unas deportistas de la Olimpiada Popular convocada en Barcelona como alternativa a los Juegos Olímpicos de Berlín que tuvieron lugar ese año en la Alemania nazi, y que no llegó a celebrarse por coincidir con el el estallido de la Guerra Civil. Llama la atención el traje de baño de dos piezas que luce una de las mujeres, precedente del bikini que llegó para quedarse a las playas españolas mediada la década de los sesenta gracias a las oleadas de turistas dispuestas a romper con la rígida moral establecida por el nacional-catolicismo. Estamos convencidos de que el ombligo femenino hubiera ganado antes la intemperie si de por medio no hubiera habido una guerra cruel que trajo consigo un régimen dictatorial por la gracia de Dios, a capricho de una iglesia católica integrista y reaccionaria que retrotrajo a la mujer al rancio pasado sumiso y marginal que la privó de ciudadanía en igualdad con el varón. Según la página de donde he tomado esta instantánea, el traje de baño femenino de dos piezas fue introducido en las playas catalanas -ignoro si también en otros litorales del país- en el verano de 1934, previo a la Revolución de Asturias. (Este Lazarillo anota la reciente autoedición del libro de Ernesto Burgos Rebeldes de Asturias, sobre aquella revolución en las cuencas mineras, que espera leer en breve).
DdA, XX/5.688
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