Tuve ocasión de conocerla cuando era aún nonagenaria. Fue una conversación muy cordial, en su piso del barrio de El Llano de Gijón. Había nacido casi el mismo año en que nació mi madre y eso hizo la charla muy fluida, pues sus recuerdos tenían algo de familiar por haber vivido ambas la revolución de octubre de 1934 y la guerra en Asturias en su primera juventud. Por aquello de su avanzada edad cuando este Lazarillo la conoció, no hubiera pensado entonces que sobrepasaría el siglo, superando incluso la pandemia de Covid. Pequeña de estatura, fuerte de temple y siempre sonriente, Ángeles Flórez Peón ha fallecido en Gijón a los 105 años y como hay suficientes obituarios que resumen su larga trayectoria vital, permítaseme recordar un hecho que quizá no aparezca en esos obituario y quedó glosado en este DdA, cuando Maricuela tenía 102 años:
Lazarillo
La noticia nos la suministra el diario El Comercio de Gijón, la ciudad asturiana en la que vive desde su vuelta del exilio Ángeles Flórez, más conocida por Maricuela, una histórica militante socialista a la que este Lazarillo tuvo el gusto de entrevistar en su casa hace cosa de un lustro, puede que más. Maricuela, según informa ese periódico, ha posibilitado que la Policía Nacional detenga a un estafador que se hacía pasar por revisor de gas para estafar a ancianas. Hasta que topó con 'Maricuela'. El individuo está en libertad provisional y a la espera de ser juzgado. Un extremo que tendría que haberse producido ayer de no haber sido por un nuevo fallo en la conexión de la videoconferencia desde el Palacio de Justicia de Gijón con los juzgados de Palma de Mallorca, donde se encuentra el acusado y desde donde se disponía a declarar.
Afronta una condena de un año y medio de cárcel por un delito continuado de hurto y otros tres meses de multa por el delito de estafa. 'Maricuela' se presentó ayer en el juzgado, en silla de ruedas, acompañada por una cuidadora y dispuesta a relatar con pelos y señales lo que le vivió en marzo de 2020: El hombre llamó a la puerta de su casa, se presentó como revisor del gas y tras hacer que manipulaba la caldera, le pidió 300 euros por una pieza que supuestamente estaba en mal estado. 'Maricuela' le respondió que 300 euros era un precio excesivo -leemos en el citado diario- y que únicamente le daría 150. Regateó con el individuo y evitó así que la estafa fuera incluso más abultada.
Cuando el delincuente se fue, echó en falta bisutería que tenía guardada en su casa. No llegó ni a aportar la cuantía al procedimiento judicial, ya que se trataba de piezas de escaso valor. Al día siguiente la mujer, que por entonces ya tenía 102 años, se personó en la Comisaría para denunciar los hechos. Y no solo eso. A los pocos días, cuando participó en una rueda de reconocimiento para identificar al delincuente entre varios hombres, lo señaló rápidamente y con rotundidad: «Es este, fijo», aseguró. Ese mismo individuo tenía antecedentes por otras estafas y está también acusado de actuar el día anterior a estafar a 'Maricuela' en casa de otra mujer de 89 años, ya fallecida. En esa ocasión, se llevó 2.100 euros de botín.
La anciana militante socialista nació en Blimea, se alistó como voluntaria en la Guerra Civil para alimentar a los que peleaban en la frente de Oviedo y fue encarcelada. Fue en la cárcel de Guipúzcoa donde aprendió a leer y a escribir. Después vivió el exilió con su marido en Francia, donde pasó 29 años. Mujer con garra y tesón, aprendió a manejarse con el ordenador y sigue la actualidad al dedillo. Una vida longeva de película que ha escrito un nuevo capítulo: ha posibilitado la detención de un ladrón de ancianas.
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