viernes, 17 de mayo de 2024

LEÓN YA TIENE A SU PRIMERA VIRGEN CONSAGRADA


Félix Población

Se trata de una feligresa de algo más de cincuenta años, perteneciente a la parroquia de San Pedro de Bembibre, que en un acto solemne celebrado en dicha iglesia el pasado 12 mayo y presidido por el obispo de la diócesis, fue consagrada miembro de la Ordo Virginum. 

Ataviada de blanco, María Ángeles Castro, que así se llama, se une así a las 250 vírgenes que han sido consagradas en este país y forman parte de la mencionada orden, cuya referencia se puede encontrar, al parecer, en el epistolario de San Pablo a Timoteo. 

La señorita Castro llegó al altar blanca y radiante, cual novia jubilosa, y una vez allí el prelado Fernández, don Jesús, le entregó el anillo y el velo que la unen a Cristo de por vida, de forma indisoluble e irrevocable, en un desposorio de carácter místico que alianza la fe y la espiritualidad de la comunidad creyente, leo en los diarios de la provincia, muy generosos en plasmar esta relevante información. 

Entre las misiones de las vírgenes consagradas está la de ofrecer a Jesús su cuerpo y espíritu, sirviendo a la parroquia y a sus comunidad, con una participación en la eucaristía y en cuantos sacramentos se les permitan. Es de consignar que la virgen María Ángeles, al objeto de conocer a fondo la Biblia, está cursando en Ponferrada estudios de ciencias religiosas, si es que hay alguna ciencia en las religiones. 

La virgen leonesa ha confesado a la COPE, dónde si no, que el proceso que la condujo hasta esta virginidad consagrada ha sido muy natural. La suya ha coincidido con la de la señorita Pilar Trujillo, que hizo lo propio en la Capilla Real de la catedral de Sevilla. Esta archidiócesis ha sido muy explícita al fundamentar en tres pilares la misión de estas 250 vírgenes ibéricas, si bien dos de ellos se denominan con palabros irreconocibles tales como esponsalidad, que viene a ser la vivencia de ser esposa de Cristo, o diocesaneidad como misión  "que se manifiesta en ser signo de la iglesia católica allí donde están". La virginidad es el tercer y al parecer básico pilar. 

Se ignora si para esta consagración la católica iglesia  tiene expectativas de superar la cifra del cuarto de millar de vírgenes consagradas en España, pues no parece la propia para expresar el fervor de la feligresía creyente femenina por este cometido, para el que también desconocemos si se requiere algún curso prematrimonial al efecto a cargo del clero, habida cuenta su trayectoria en la obsesiva y hasta enfermiza prédica de la castidad desde hace siglos, incluso por parte de quienes dentro de la institución vaticana se sirvieron de su autoridad para el abuso sexual de menores.

DdA, XX/5.646

3 comentarios:

Folía dijo...

Y los varones vírgenes ¿a quién ofrecen su cuerpo y espíritu?

Folía dijo...

Y los varones vírgenes ¿a quién ofrecen su cuerpo y su espíritu?

Félix Población dijo...

A la santa madre Iglesia.

Publicar un comentario