viernes, 5 de abril de 2024

UNA MONUMENTAL ESTAFA A LAS SOCIEDADES OCCIDENTALES



Manuel Goti del Sol

En aquel tiempo nos dijeron que la economía era un asunto global, que no se podía poner trabas a la libre circulación de mercancías y capitales. A la par, se generaba un proceso de deslocalización por medio del cual la producción se trasladaba a países con unas condiciones laborales que permitían producir a un coste menor, siendo China el principal receptor de esa dinámica. Algunos deslenguados decíamos "oiga, eso no parece una buena idea, perdemos un sector básico de nuestra economía y podemos quedarnos con un monocultivo del turismo". Qué sabíamos nosotros si los grandes economistas de afamadas escuelas de negocios aseguraban que eso era lo que había que hacer, que los beneficios que obtendríamos serían ingentes. Transcurridas unas décadas, resulta que el escenario en el que nos encontramos es que aquellos pobres chinitos de los que íbamos a obtener cuantiosas ganancias han desarrollado una estructura económica que les permite ir situándose a la cabeza de la economía global y nosotros, aquí, viviendo de las terrazas y las despedidas de la soltería. Para colmo, los medios de persuasión titulan en primera página el peligro que supone que una empresa china sea capaz de fabricar unos coches eléctricos que superan las prestaciones de esa afamada marca propiedad de un majareta y con un precio inferior. Todo les está cayendo en la cara a los creadores y propagadores de una monumental estafa a las sociedades occidentales, con el agravante que los que padecen las consecuencias son la ciudadanía engañada.
¿Podemos solucionar esto y tratar de construir una economía global basada en la cooperación? Se me antoja difícil, todo pasa por desembarazarnos de unas elites políticas y económicas que son una auténtica desgracia y que utilizan todos los medios de que disponen, poderosos, para mantenernos en la inopia. Poco nos pasa y apunta a que puede pasarnos mucho más.

DdA, XX/5604

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