miércoles, 13 de marzo de 2024

CUANDO LOS AMIGOS ERAN ANALÓGICOS Y LA IMAGINACIÓN CREADORA


Lazarillo

Felicito al firmante de esta carta en el diario El País, a la que por su concisa precisión no cabe añadirle nada que no sea lo que aporte al respecto la memoria infantil de cada cual, siempre que esta niñez sea analógica, esto es, capaz de que la imaginación se impusiera sobre cualquier asomo de aburrimiento en un entorno muy distinto al actual. Celebro que el firmante sea más joven que este Lazarillo, aunque la etapa del Tour puede ser casi la misma, sólo que con distintos ciclistas. Al tiempo de hoy le faltan horas de quietud, que son las más proclives para que el pensamiento y la imaginación se muevan. Quizá este tiempo haya sido proyectado así con el objeto de que tanto uno como otra vayan a menos. Hay quienes lo están percibiendo en las aulas,  en las artes y en las letras. También en los votos, en España, en Portugal, en Europa. A este país y a la sociedad occidental toda le hace falta asentarse en el conocimiento, desarrollar su cultura cívica y pensar, pensar, pensar, porque toda esta sociedad que llaman del bienestar está cada vez más privada del sentimiento de solidaridad suficiente para el bien-sentir y provocar un tsunami de concienciación humanitaria global capaz de hacerse oír contra el genocidio del pueblo palestino. ¿Qué nos aguarda si no lo hacemos? ¿Acostumbrarnos a soportar con mansedumbre nuevas ediciones de barbarie como a la que estamos asistiendo en vivo día tras día en Gaza desde nuestras salas de bienestar? ¿Cuántos miles de asesinatos de niños y niñas palestinos estamos dispuestos a soportar más? 

DdA, XX/5584

No hay comentarios:

Publicar un comentario