miércoles, 28 de febrero de 2024

¿Y QUIÉNES MÁS QUE ÁBALOS?

El editorial de hoy de Diario Red analiza el tratamiento informativo y opinativo que la progresía mediática da hoy a la insumisión del exministro José Luis Ábalos negándose a dejar el acta de diputado del PSOE por el "caso Koldo", tal como decidió su partido, y pasándose al Grupo Mixto. Pero el editorialista no se conforma con  exponer la dureza crítica con la que en esos medios se trata a quien fuera valedor de Pedro Sánchez e importante figura del PSOE, como se puede apreciar en el texto que sigue a ese análisis:


"Uno podría pensar que, a lo mejor, lo que está ocurriendo es que la progresía mediática tiene un gran compromiso con la lucha contra la corrupción y por eso están siendo tan contundentes. Lo que pasa es que, si esta fuera la explicación de su modo de proceder, entonces habría piezas publicadas en estos medios preguntándose —al menos, desde una duda laica y razonable— si no habría también responsabilidades políticas en Francina Armengol, que estaba al frente del gobierno balear cuando éste compró mascarillas a la empresa que pagaba las mordidas de Koldo, o en Ángel Víctor Torres, que hizo lo propio desde el gobierno de Canarias, o en Fernando Grande-Marlaska y Salvador Illa, que también adquirieron mascarillas a la trama desde sus ministerios, o en el actual Secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, que fue quien trajo a Koldo de Navarra y lo puso en contacto con Ábalos, o incluso en el propio Pedro Sánchez, que habló elogiosamente de Koldo en su libro ‘Manual de resistencia’ y que cesó fulminantemente a Ábalos en 2021 ocultando el motivo (que bien podría tener algo que ver con lo que estamos conociendo ahora).

Si los disparos sincronizados de la progresía mediática contra Ábalos buscasen producir las condiciones políticas para una regeneración democrática de las instituciones que investigue a fondo y castigue apropiadamente los casos de corrupción —algo muy loable—, entonces no se entiende que callen respecto del resto de dirigentes del PSOE que se han visto salpicados por el ‘caso Koldo’. La operativa de estos medios, sin embargo, es perfectamente compatible con un acompañamiento decidido a la estrategia que ha decidido poner en marcha el propio PSOE para intentar proteger a Pedro Sánchez: la vieja táctica del chivo expiatorio, del cabeza de turco, del cortafuegos. Y esto es una muy mala noticia para la democracia.

DdA, XX/5570

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