viernes, 23 de febrero de 2024

LA EXTRADICIÓN Y CONDENA A ASSANGE, CONDENARÍA TAMBIÉN AL PERIODISMO


Félix Población

Todos lo pudimos ver en su día, porque Wikileaks lo difundió a través de los más importantes medios de comunicación del mundo. Ocurrió el 12 de julio de 2007. Un artillero estadounidense ametralla desde un helicóptero Apache a dos periodistas de la agencia Reuters en Bagdad durante la invasión de Irak. En la misma acción armada fueron asesinadas otras nueve personas y dos niños resultaron heridos. Los profesionales de la información se llamaban Namir Noor-Elden, fotógrafo iraquí, y su ayudante Seeed Chmagh. 

No hemos tenido la oportunidad de volver a ver este vídeo desde que Julian Assange corre el riesgo de ser extraditado a Estados Unidos para someterse a un juicio por un presunto delito de espionaje que se basa en una ley de 1917. Estamos pendientes de que esto pueda ocurrir si así lo quiere la justicia británica, en cuyo país lleva Assange tres años encarcelado en una celda de aislamiento con serios problemas de salud. (Pronto cumplirá dos años de prisión en Polonia, sin cargos ni juicio, el periodista español Pablo González, por presunto espionaje a favor de Rusia por no plegarse a las informaciones dictadas por la OTAN). 

En Europa, desde que Rusia invadió Ucrania, no podemos tener acceso a las fuentes de información rusas para contrastar las informaciones de aquella guerra. Un total de 139 periodistas, casi 120 de ellos iraquíes, fueron asesinados durante la guerra en territorio iraquí, según el Comité para la Protección a Periodistas. Del centenar de periodistas asesinados durante la invasión de Gaza en poco más de cuatro meses, 77 eran palestinos. 

Sí, tiene mucha razón Aitor Martínez, uno de los magníficos abogados con los que cuenta para su defensa el fundador de Wikileaks, al afirmar que si el periodista Julian Assange -al que ahora muchos medios llaman hacker, activista, pirata y hasta pirado- es extraditado y condenado en Estados Unidos el periodismo tal como lo conocemos hoy en día habrá muerto. Puede que estemos desde hace tiempo asistiendo a su agonía.


DdA, XX/5.566

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