Muy de acuerdo este Lazarillo con lo que comenta mi estimado amigo Gotí del Sol, después de haber asistido con la comodidad de hacerlo como vecino del barrio al último concierto en el teatro Jovellanos del casi octogenario Jerónimo Granda*, el cantautor asturiano con mejor filo satírico del país. Su afincamiento en Gijón -quizá por apego sentimental o no apetecer el mundanal ruido- hace que su trabajo sea menos conocido en España de lo que merece, pero puede que un Jerónimo Granda residente en Madrid o en cualquier otro lugar del país que no fuera Asturias, no podría dar como cantautor al mismo Jerónimo Granda del que disfrutan a menudo en aquella tierra. Dice Goti:
"Si Jerónimo Granda fuese madrileño y residente en esa Comunidad, el alcance de su figura se extendería por todo el territorio de estas Españas, seguramente implicado en muchos casos de denuncias por alguna de esas cosas de difícil catalogación en una sociedad presuntamente democrática como "injurias a la corona". Resulta que es de Uvieu y residente en Xixón, con lo que, ay amigo, la resonancia de su quehacer queda muy disminuida. Con esta parcelación de su vida artística creo que todos salimos beneficiados; en primer lugar él, que puede hacer y decir lo que le da la gana sin apenas salir de casa. En segundo lugar nosotros, los espectadores, que tenemos muchas posibilidades de verle y escucharle asiduamente también al lado de casa, como ayer durante una hora y cuarenta minutos en el Teatro Jovellanos. Nunca defrauda, siempre es el mismo pero siempre diferente, con una capacidad para conectar con el público que está al alcance de muy pocos.
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