jueves, 22 de febrero de 2024

ERA UN ACORDE LAMENTO/ DE JUVENTUD Y DE AMOR/ PARA LA LUNA Y EL VIENTO...

 

Con motivo del octogésimo quinto aniversario de la muerte del poeta Antonio Machado en Collioure (Francia), ocurrida en la tarde del el 22 de febrero de 1939, vaya este poema suyo dedicado a Juan Ramón Jiménez por su libro Arias Tristes, que creo fue uno de los primeros que aprendió este Lazarillo de memoria en su ya lejana adolescencia, cuando don Antonio le abrió las puertas de la poesía, sin poder saber aún las penalidades de su exilio.



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  • Era una noche del mes/ de Mayo, azul y serena,/sobre el agudo ciprés/ brillaba la luna llena,/ iluminando la fuente/en donde el agua surtía,/ sollozando intermitente./Solo la fuente se oía./ Después se escuchó el acento/ de un oculto ruiseñor./ Quebró una racha de viento/ la curva del surtidor./ Y una dulce melodía/ vagó por todo el jardín:/ entre los mirtos tañía/ un músico su violín./ Era un acorde lamento/ de juventud y de amor/ para la luna y el viento,/ el agua y el ruiseñor./ «El jardín tiene una fuente/ y la fuente una quimera...»./ Cantaba una voz doliente,/ alma de la primavera./ Calló la voz y el violín/ apagó su melodía./ Quedó la melancolía/ vagando por el jardín./ Solo la fuente se oía.
DdA, XX/5.565

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