miércoles, 24 de enero de 2024

QUIENES VISITAN AUSCHWITZ Y PROMUEVEN EL ODIO


Hay quienes visitan Auschwitz y lo convierten el lugar en un decorado para sus selfiesy también quienes ostentan cargos públicos y se dedican a promover el odio. Estos últimos van allí creyendo que así pueden seguir haciéndolo sin posibilidad de que los llamen nazis o amigos de los nazis. Cabe recordar que pocos días antes de esta visita, Ayuso relacionó a personas migrantes con la delincuencia y con la transmisión de enfermedades.  

Miguel Ramos

Visitar el campo nazi de exterminio de Auschwitz-Birkenau es una de las cosas que debería hacer toda persona al menos una vez en la vida. El recinto todavía conserva gran parte de su estructura, con esas alambradas características que hemos visto en decenas de películas que recrean el horror que allí y en tantos otros lugares cometieron los nazis. Los barracones, las vías del tren y su característica entrada te provoca un escalofrío inenarrable. Como todo museo dedicado al Holocausto nazi, está perfectamente documentado y explicado cómo empezó todo, la sucesión de los hechos: desde el antisemitismo que corroía Europa durante siglos, y que ya se había manifestado en múltiples pogromos, hasta el exterminio industrial de seres humanos.  

Convertir un escenario tan atroz en un espacio de memoria es imprescindible para vacunar a las nuevas generaciones de aquello que hizo posible este horror. Sin embargo, viendo que quienes por allí desfilan para sumarse al duelo contribuyen a mantener vivas las brasas que iniciaron aquel fuego, atenta contra el fin con que se creó el memorial. Lo hemos visto esta semana con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, con el magnate y propietario de la red social X, Elon Musk, y con el ultraderechista norteamericano Ben Shapiro.   

Hay quienes visitan Auschwitz y lo convierten el lugar en un decorado para sus selfiesy también quienes ostentan cargos públicos y se dedican a promover el odio. Estos últimos van allí creyendo que así pueden seguir haciéndolo sin posibilidad de que los llamen nazis o amigos de los nazis. Cabe recordar que pocos días antes de esta visita, Ayuso relacionó a personas migrantes con la delincuencia y con la transmisión de enfermedades.  

Elon Musk ha promocionado en sus redes a más de un supremacista blanco, da vía libre al odio en su red social y reproduce él mismo discursos racistas y LGTBIfóbicos y hasta variantes de la teoría nazi del Gran Reemplazo. El magnate tiene una larga lista de publicaciones abiertamente antisemitas, algo que varios internautas, algunos de ellos judíos, le han recordado estos días. Más recientemente, Musk había dado la razón públicamente a un usuario de su red social que aseguró que los judíos odiaban a la raza blanca: "Usted ha dicho la verdad real", dijo el magnate. Poco después, tras ser acusado de antisemita, pidió disculpas. Esta semana visitó Auschwitz y fue invitado a hablar en un congreso contra el antisemitismo.  

La estrella mediática de la extrema derecha, Ben Shapiro, tiene una larga lista de declaraciones que, cambiando el sujeto y poniendo judío donde él dice musulmán, parecerían haber sido sacadas de cualquier panfleto nazi que algún día decoró las paredes del campo de exterminio al que fue invitado esta semana. Shapiro es un racista declarado, por mucho que pose afligido entrando a Auschwitz. "Los árabes palestinos han demostrado su preferencia por los atentados suicidas antes que por los retretes que funcionan", dijo en un artículo hace unos años.  

Los tres, Musk, Ayuso y Shapiro, visitaron el lugar durante su viaje para participar en una conferencia sobre antisemitismo en la ciudad polaca de Cracovia, organizada por la Asociación Judía Europea. Si hay algo que los une, además de sus declaraciones racistas, su ideología de extrema derecha y su alianza y compadreo con otros fascistas, es su apoyo explícito al apartheid israelí y al exterminio que se está cometiendo en Gaza.  

Israel no ha dejado de usar el Holocausto como excusa para perpetrar una limpieza étnica en Palestina y blindar su proyecto colonial ante cualquier crítica. Muchos supervivientes de la Shoah y sus descendientes llevan años denunciándolo, así como la acusación de antisemitismo para silenciar y criminalizar a quien se oponga a las políticas de Israel.  El video del profesor y escritor Normal Finkelstein, cuyos padres acabaron en un campo de concentración, y gran parte de su familia fue exterminada por los nazis, respondiendo a varios estudiantes que reprochan su apoyo a Palestina siendo judío, muestra perfectamente la trampa de quienes pretenden escudarse en el Holocausto para justificar cualquier atrocidad cometida por Israel. Así lo documentó en su libro ‘La industria del Holocausto’, donde expone la explotación del sufrimiento de las víctimas de la Shoah para inmunizar a la política de Israel contra toda crítica.  

También la gran cantidad de judíos que han alzado su voz contra el genocidio y el régimen israelí pone en entredicho la interesada relación que hacen los sionistas entre el pueblo judío y el Estado de Israel. Esta asociación encuentra cada vez más dificultades para sostenerse debido al desmarque de judíos de todo el mundo del proyecto sionista.

Público  DdA, XX/5.548  

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