Félix Población
Escuché parte de la insustancial entrevista que un afamado comunicador le hizo al profesor Fernando Savater en una emisora nacional. El filósofo y escritor, algunos de cuyos libros leí con gusto hace bastantes años, tampoco hizo lo posible porque la conversación fuera interesante. Respuestas cortas y conceptos bastantes simples, impropios de alguien por quien tuve cierta consideración y respeto en el pasado.
Consciente del motivo por el que Savater fue invitado a esa emisora, lo que más me interesaba conocer era su versión del cese de su actividad como columnista en el diario El País*, en cuyas páginas ha firmado sus artículos desde la fundación del periódico en 1976. Incapaz de soportar toda la entrevista, hube de buscar al final las razones de ese despido, que fueron en sus palabras las que ya conocemos.
La empresa de un periódico está en disposición de hacer lo que hizo El País si uno de sus colaboradores pone verde no sólo a la empresa sino a quienes forman parte de la misma. En este caso Savater lo hizo porque considera que El País es un diario gubernamental al servicio de la política que lleva adelante Pedro Sánchez, con la que el articulista no está de acuerdo.
Como en este asunto la cosa venía de largo, la directora Pepa Bueno le dijo al columnista que no había más, así que Savater encajó el despido con filosofía, sabiendo que no le faltará periódico más afín a sus ideas en el que seguir firmando sus artículos. Como además esta noticia ha coincidido con la salida del libro en el que hace memoria de su vida y cambios de pensamiento, es de creer que favorecerá comercialmente al autor.
El libro, por cierto, se llama Carne gobernada, un título que don Fernando guarda en el archivo de sus preferencias desde los tiempos en que frecuentábamos un pequeño restaurante asturiano, muy cerca de la Puerta del Sol, y que correspondía al de uno de los sabrosos platos que había en su carta. ¡Qué tiempos aquellos en los que ambos, mucho más jóvenes e indocumentados, mostrábamos simpatía por los pensadores anarquistas!
Confieso que, aunque sólo sea por el título, he advertido en mí cierta predisposición a leer el libro de Savater y saber así cómo resuelve su involución ideológica. Espero que no sea diciendo que las mejores personas a las que conoció en su vida eran de derechas, como creo soltó por ahí.
*¿Entre 1.000 y 3.000 pavos semanales?
DdA, XX/5.549
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