Alejandro Álvarez López
El PPVOX no puede vivir políticamente con la verdad, necesita fijar continuamente la atención de la ciudadanía en señuelos para evitar la realidad (sanidad, salarios, derechos, vivienda, educación, atención a los ancianos, empleos,...). La realidad es la "trampa" que tiene que evitar el PPVOX en su camino al poder porque la verdad lo deja en "porricas" ante la sociedad. Por eso va de señuelo en señuelo, como en el juego de la oca, para no caer en las trampas de la realidad que hay en el trayecto que lo debe conducir al poder. En ese recorrido, el PPVOX contrapone siempre a la verdad en la que se puede ver enredado un señuelo con el que evitar las "trampas" de la realidad que obstaculicen su objetivo: para saltar por encima de la "trampa" del salario mínimo y que no veamos su oposición a la subida del mismo, PPVOX hace mucho ruido con el señuelo de ETA; para que no se sepa que prefiere poner la vivienda al servicio de los especuladores y no de las y los ciudadanos, pregona a todo volumen el señuelo del independentismo; para que no veamos su corrupción rampante, el PPVOX extiende el señuelo de la bandera y la unidad de la patria; para evitar que nos fijemos en su política de privatización de la sanidad para favorecer las cuentas bancarias de sus amigos empresarios, PPVOX da la turra, mucha turra, con el señuelo de la amnistía,... Y así, de oca en oca, es decir, de señuelo en señuelo, el PPVOX elimina la realidad política para fijar la atención en los señuelos "políticos", como único camino posible para llegar al destino apetecido: el poder. Al PPVOX no le resulta necesario ser creativo; le basta la pléyade de medios a su servicio para exhibir una y otra vez los señuelos y esconder la realidad.
DdA, XX/5.553
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