Lazarillo
El poeta Rafael Guillén falleció a los 90 años el año pasado. Perteneció al grupo de autores de la Generación de los 50, entre los que se encontraban los poetas andaluces que rompieron el silencio de la posguerra. Guillén (Granada, 1933) inició su actividad literaria en 1953 como miembro de "Versos libres", un grupo de jóvenes escritores. Con la colección de poesía Veleta del Sur, que fundó y dirigió cuatro años después junto a José G. Ladrón de Guevara, comenzó a revitalizar el panorama literario en Granada. También como editor dirigió en 1982, junto a Francisco Izquierdo, la serie de fascículos sobre el barrio granadino del Albaicín Los papeles del Carro de San Pedro, pero fue mucho antes, en 1956, cuando publicó su primer libro de poemas, Antes de la esperanza, con el que inició una extensa trayectoria literaria que le valió en 1994 el Premio Nacional de Literatura por su obra Los estados transparentes. A ese reconocimiento siguieron el Premio de la Crítica Andaluza, el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca o, con anterioridad, el del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York, entre otros. A Guillén le debemos este poema dedicado a la voz de la actriz Marilyn Monroe, de la que se dijo, por su sensual característica jadeante, que obedeció a una táctica que la actriz empleaba para superar un tartamudeo de su niñez. Un logopeda la entrenó para adoptar ese estilo gutural y silbante, del que habla el poeta en sus versos, que acabó por ser un rasgo primordial de su personalidad como actriz y cantante, vertiente esta última que se analiza con precisión en el siguiente vídeo:
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