martes, 30 de enero de 2024

ISRAEL QUIERE ACABAR CON UNRWA PARA PROSEGUIR SU MASACRE GENOCIDA


Félix Población

Entre las medidas cautelares que quince de los diecisiete jueces que la Corte Internacional de Justicia han exigido a Israel para prevenir el genocidio, tras la acusación realizada contra ese Estado por Sudáfrica, figura la obligación que tiene Israel de facilitar toda la ayuda humanitaria que la población palestina de la Franja de Gaza requiere con urgencia después de casi cuatro meses de masacre y destrucción*.

El mismo día en que la Corte Internacional de Justicia de La Haya tomó esa medida, el Estado de Israel acusó a una decena de los 30.000 trabajadores que integran la plantilla de la UNRWA de tener vínculos con Hamas. La reacción inmediata por parte de Estados Unidos y otros quince países entre los que se encuentran Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Japón, fue eliminar la subvención que sus Estados dan a esa Agencia de Ayuda a los Refugiados Palestinos. UNRWA pierde con ello, por una acusación sin pruebas, el 60 por ciento del total de las ayudas recibidas.

Cada vez parece más claro, a medida que se desarrollan los hechos después de la invasión de la Franja de Gaza, con su atroz masacre de la población infantil, que el propósito del Estado de Israel sólo ha encontrado en el Estado de Sudáfrica la réplica que merece y que ningún otro Estado se atrevió a dar. La guerra de Israel contra la UNRWA no es de ahora. Hasta el propio Netanyahu manifestó en su día su propósito de eliminar a esta organización, creada en 1949 con el objeto de apoyar a los seis millones de refugiados palestinos repartidos en varios países de  Oriente Medio.

Una vez llevada a cabo y aún sin fecha final de la gran masacre que las armas ha perpetrado en la Franja de Gaza, el Estado de Israel no sólo hace caso omiso a la Corte Internacional de Justicia sino que contraataca acusando a diez trabajadores de la UNRWA de tener relaciones con Hamas. Es muy llamativa, ante la insignificancia del número de trabajadores acusados y la falta de pruebas, la diligencia con la que más de una decena de naciones, lideradas por Estados Unidos, han tomado la decisión de eliminar sus subvenciones a UNRWA, sin esperar el resultado de la investigación que la propia ONU llevará a cabo con su organización.

Tal como se apuntó en algún medio de comunicación internacional, el Estado de Israel puede que haya iniciado contra UNRWA la segunda parte de su plan genocida: después de los brutales bombardeos, equivalentes a tres bombas atómicas lanzadas contra la Franja de Gaza, el hambre, la miseria y las enfermedades podrán seguir matando a la población gazatí con más celeridad que hasta ahora si UNRWA ve reducidas sus posibilidades de acción humanitaria.

No se debe olvidar que hasta ahora el balance de trabajadores de la UNRWA asesinados por Israel desde el pasado 7 de octubre en la Franja de Gaza se cifra en 150.

*En la Gaza asediada de 2024, solo en los tres primeros meses de campaña militar de Israel sobre el cercado territorio palestino cayeron 45.000 bombas y misiles, según la Oficina de Medios de la administración gazatí. Su potencia conjunta es muy superior a las que explotaron en Verdún en 1916. Tanto que entre todos esos artefactos suman una fuerza similar a tres bombas atómicas de la II Guerra Mundial. (Léase EL SALTO)



DdA, XX/5.554

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