Félix Población
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad parece haber reaccionado más de tres meses después de que el estado de Israel iniciara un genocidio en la Franja de Gaza que arroja la cifra de un centenar de niños palestinos asesinados cada día. Digo parece porque no me parece que sea una reacción lo que ha planteado, sino un mero ejercicio de hipocresía para justificar el cargo que ocupa.
Ha comparado a Europa con un próspero jardín en el que florecen la libertad política, la cohesión social y la prosperidad económica. La mayor parte de lo que hay fuera es para Josep Borrell una jungla, con el riesgo de que esa jungla pueda invadir nuestro encantador jardín, al que los acordes de la Novena Sinfonía de Beethoven prestan carácter de himno de fraternidad entre los pueblos. Por eso, en razón a esas premisas que más parecen propias de la más estricta Europa colonial, jardineros como el alto representante han de hacer todo lo posible por preservarnos de esa jungla.
Es así como Borrell ha llegado a la misma conclusión a la que se llegó inútilmente en décadas pasadas, dado que el estado de Israel no respetó los acuerdos firmados con vistas al establecimiento de dos estados. Transcurridos más de cien días de masacre, con más de 25.000 personas asesinadas entre la población palestina y más de un centenar de periodistas igualmente asesinados, Josep Borrell se ha decidido a presentar un plan de paz, consciente de que lo que pide, los dos estados, también lo pide Estados Unidos, por lo que cuenta con su permiso. Como suele ocurrir, tal plan consistirá en una conferencia internacional y una agenda a fin de completarlo en ¡¡¡¡un año!!!
Desde el jardín europeo del alto representante, falto de autonomía para actuar en otro sentido, no se atisba ninguna otra medida que pueda detener en breve, como mandan la decencia y la humanidad, la masacre de un pueblo que al cabo de un año, de no darse un alto el fuego inmediato -al que el estado de Israel se niega-, podría arrojar muchos miles de asesinatos más, de proseguir el mismo celo genocida.
De momento, la dignidad de la política internacional la está asumiendo Sudáfrica llevando al gobierno de Netanyahu ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, a falta de que este organismo internacional adopte medidas cautelares para que no prosiga el exterminio. Lo que no está claro es si el estado de Israel las cumplirá porque lo suyo, hasta ahora, es hacer caso omiso a todo lo que no sea ensanchar su jardín.
EL ROTO DEL DÍA
DdA, XX/5.548
2 comentarios:
Bueno, quizá un año sea un plazo razonable para que Netanyahu haya eliminado a todos los palestinos y se haya solucionado el problema. ¿Solución final?
La sucesivas conferencias de paz han conseguido a la postre que Israel consiguiera más territorio y nunca hubiera paz.
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