Lazarillo
Como no podía ser menos entre la jerarquía de la iglesia católica española, que fue nacional católica, lo sigue siendo en parte y nunca podrá desairar a quienes se mantengan ahí, el presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Omella, ha respondido a la carta que le envió José Andrés Calderón, uno de los organizadores del rezo diario del Rosario en Ferraz. Omella escribe a José Andrés agradeciéndole su carta y asegurándole que respeta «las decisiones de las personas y grupos que actúan en conciencia para rezar, reunirse, reflexionar, etc.». «El sentido de mis palabras, a las que usted alude, no era otro que la afirmación de que la Iglesia, en cuanto institución, no tiene la misión de destituir gobiernos, sino de ser canal de diálogo para construir un mundo justo, libre y en paz, donde quepan todas las opciones democráticas», escribe el cardenal en alusión a las palabras que pronunció en un desayuno informativo de hace un par de semanas, cuando dijo con relación a los rezadores de Ferraz "allá ellos… Nosotros no vamos a hacer batallas políticas de hacer caer gobiernos". En su carta a Caldeón, monseñor Omella felicita a uno de los impulsores del rezo ante la sede del PSOE «por vivir la fe en profundidad y con todas las consecuencias». Además, remarca que no pretende «juzgar ni condenar las decisiones que se toman en conciencia delante de Dios».
DdA, XIX/5.525
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