martes, 14 de noviembre de 2023

GARCÍA LORCA, ALBERTI Y PASOLINI


Félix Población

Fue en Roma  donde discurrió, como es sabido, la segunda etapa del exilio de Rafael Alberti y Teresa León, después de haber vivido en Argentina hasta 1963 y antes de regresar a Madrid en 1977, regreso del que tuve oportunidad de dar noticia, previa conversación telefónica con Teresa León días antes. Fue en Roma donde Alberti presentó la edición en italiano de Sobre los ángeles (Degli angeli), un libro escrito en 1929. 

El acto se celebró en una librería de la Via Veneto y contó con la presencia de Pier Paolo Pasolini, el poeta y cineasta asesinado en 1975, que no sólo acudió a la presentación sino que leyó un texto que Alberti trató de localizar hasta el fin de sus días, sin conseguirlo. No fue hasta 2019, veinte años después de su fallecimiento, cuando una investigadora de la Universidad de Salerno, Francesca Coppola, que estaba realizando su tesis doctoral sobre el poeta de Marinero en tierra, lo encontró en un archivo de Florencia. Parte de ese texto, lo inserta María Asunción Mateo en su libro Mi vida con Alberti, de reciente y polémica publicación, que estoy leyendo estos días. Dice Pasolini sobre la obra de Alberti:

"¿Cómo puedes siempre pensar en componer la poesía, incluso la más pequeña, como un himno y si los tuyos son himnos de qué religión? Quizá de una pequeña religión, una confesión, una lucha política, una victoria de los cautivos con pocas buenas esperanzas para el futuro. ¿Cómo puedes ser así, tan fuerte en sustituir una a una las palabras que tienen tanto peso, tanto significado y tanto dolor en nuestra vida, arrancarlas y reemplazarlas con palabras análogas encontradas en nuestro oficio de poeta? ¿Dónde tienes la llave de tu oficio? ¿Cómo puede darse tanta entereza y naturalidad de canto en una naturaleza de poeta (...) en un desnudarse de imágenes que son un desafío de perfección? ¿Cómo puede hacer una serie de poesías a cuál más bella, a suscitar como nuevo siempre los mismo? Sabes que no se pueden leer sin interrupción todas tus poesías porque el entusiasmo repitiéndose siempre igual, llega a ser insostenible".

Tal como cuenta Mateo, el asesinato del cineasta italiano afectó mucho al poeta gaditano, que ya en agosto de 1936 hubo de sufrir otro no menos vil en la persona de su gran amigo Federico García Lorca en Granada, fusilado por las tropas sublevadas. Entonces compuso Alberti este soneto:

Sal tú, bebiendo campos y ciudades,
En largo ciervo de agua convertido,
Hacia el mar de las albas claridades,
Del martín pescador mecido nido;

Que yo saldré a esperarte, amortecido,
Hecho junco, a las altas soledades,
Herido por el aire y requerido
Por tu voz, sola entre las tempestades.

Deja que escriba, débil junco frío,
Mi nombre en esas aguas corredoras,
Que el viento llama, solitario, río.

Disuelto ya en tu nieve el nombre mío,
Vuélvete a tus montañas trepadoras,
Ciervo de espuma, rey del monterío.

El poema que escribió Rafael Alberti a la muerte de Pier Palo Pasolini, dedicado a la escritora, actriz y directora de teatro Elsa di Gioifu (1914-1997), alude con su título al mismo y fatal destino que corrieron el poeta granadino y el cineasta y poeta italiano. Los restos mortales de Federico no han sido todavía recuperados y el asesinato de Pasolini todavía no ha sido aclarado, tras el fallecimiento en 2017 de Pino Pelossi, el joven de diecisiete años que fue condenado por el brutal homicidio ocurrido en un descampado de Ostia, a pocos kilómetros de Roma, y del que nunca reconoció ser autor. 

Pudieron darse en el caso motivaciones políticas cuando se descubrió en 2009 que el cineasta tenía previsto  revelar en su film Petróleo el nombre del culpable de un controvertido incidente ocurrido en 1962, el presunto homicidio del industrial Enrico Mattei, presidente de la compañía petrolífera Eni. Dichas revelaciones dieron lugar a la cuarta apertura del sumario del caso, exigida en un manifiesto firmado por 700 intelectuales. Pero casi medio siglo después, aunque la teoría de un posible complot para acabar con la vida de Pasolini sigue siendo muy posible, también sigue siendo indemostrable.

TAMBIÉN A TI, PIER PAOLO PASSOLINI
Para Elsa di Giorgi

A TI, que eras un ángel
perdido en este infierno sin grandeza de hoy,
te han befado, escupido,
inundado de baba,
te han cobardemente atropellado,
pasado no ya una
sino infinitas rencorosas veces
sobre tu fuerte cuerpo sin defensa caído,
oh hermano mío, gentil,
que para mí tuviste palabras de silencio
y de amor, en los días ya distantes
de nuestro encuentro en Roma,
y que ahora, esta noche,
en esta madrugada de inicial primavera,
vuelves a mí, te siento en el sollozo
de Elsa, iluminado por esa luz del mar,
por esas solitarias arenas que bebieron
toda tu pobre sangre,
tu sangre de poeta,
ya eterna, ya inmortal, desde aquel alba triste.

FEDERICO GARCÍA RODRÍGUEZ, A UNA HORA DE MANHATTAN


Miguel Poveda

A miles de kilómetros de su país, en 1945, moría en Nueva York el padre de Lorca.
Federico García Rodríguez está enterrado en un cementerio a una hora en tren de Manhattan en un apeadero de difícil acceso. Después del asesinato de su hijo juró no volver jamás (“a ese jodío país”). El paso del tiempo estaba borrando la inscripción de su lápida y me permití limpiar su tumba para que su nombre pueda leerse con claridad y no sea olvidado. Hay cosas que no deben caer en la desmemoria ni desdibujarse nunca. Mis respetos y mi amor a este padre que apoyó y dio libertad para desarrollar su vocación poética y artística a un genio irrepetible. “No volverá a nacer un andaluz tan grande”.
Me volví a la ciudad con una mezcla inmensa de profundas sensaciones que os contaré en el documental que estamos terminando de rodar . #MiguelPoveda #FedericoGarcíaLorca #PoetaEnNuevaYork
Gracias a mi querida y amada amiga #MartaGonzálezNovo por acompañarme en este peregrinaje lleno de emociones. Te quiero.


     DdA, XIX/5.497     

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