Texto: Mahmoud Mushtaha | Foto: Mohamed Zaanoun
El sector sanitario se ha hundido”, dijo el miércoles 1 de noviembre el doctor Ashraf Al-Qudra. El portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza indicó que el principal hospital de Gaza, el AI-Shifa, y el Al-Indonesian iban a dejar de funcionar durante la noche del miércoles, ya que las fuerzas de ocupación israelíes han impedido la entrada de combustible en la Franja desde el comienzo de los ataques, el 8 de octubre, y los generadores en el hospital se detendrán. “La capacidad del sector sanitario de Gaza ya es limitada debido al bloqueo israelí sobre Gaza desde 2006, y con la actual operación militar, el sector sanitario se está hundiendo a medida que Israel amplía su ofensiva terrestre”, afirmó el doctor Al-Qudra.
Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, 9.056 personas, entre ellas 3.718 niños y 1.929 mujeres, han muerto como consecuencia de los continuos ataques israelíes, que el miércoles cumplió el vigésimo sexto día consecutivo. Además, unas 2.000 personas están desaparecidas bajo los escombros. La Defensa Civil de Gaza no puede rescatar a los heridos debido a las grandes destrucciones provocadas por los ataques aéreos israelíes. 44.300 edificios están completamente destruidos y 136.100 parcialmente destruidos, según las cifras que aportó el miércoles la Oficina de Medios de Comunicación de Gaza.
El gobierno de Hamás afirmó el jueves 2 de noviembre que 195 personas habían muerto esta semana en ataques israelíes contra el campo de refugiados de Jabalia, el mayor del estrecho territorio palestino. “Las víctimas de la primera y la segunda masacre en Jabalia superan el millar”, entre “mártires y heridos”, dijo la oficina de prensa del gobierno de Hamás en un comunicado en referencia a los ataques del martes 31 de octubre y el miércoles 1 de noviembre. “Hemos registrado 195 mártires, 120 desaparecidos bajo los escombros y 777 heridos”.
El jueves, el ejército israelí lanzó munición de fósforo blanco contra una escuela de la ONU en el campo de refugiados de Beach, en el norte de Gaza, donde se refugian miles de palestinos desplazados. No es la primera vez que Israel utiliza fósforo blanco, prohibido internacionalmente. Al contrario, lo ha lanzado sobre varias zonas de la Franja de Gaza, la última vez sobre el hospital Al-Shifa.
Euro-Med Human Rights Monitor, organización sin ánimo de lucro con sede en Ginebra, documentó el uso por parte de Israel de munición de fósforo blanco para bombardear a civiles en el barrio de Al-Karama, en el norte de Gaza, destruyendo amplias zonas del barrio y matando a más de 30 personas.
El aumento del número de heridos, 21.890, ha afectado a los servicios médicos prestados a los gazatíes. Los suministros médicos en la Franja no son suficientes para afrontar las masacres. “Pedimos a la comunidad internacional y al mundo que nos ayuden proporcionando suministros médicos y abriendo las fronteras para los heridos graves”, declaró el doctor Al-Qudra a los medios de comunicación en Gaza. El paso fronterizo de Rafah se abrió el miércoles para recibir a los heridos. “El 1 de noviembre, Egipto abrió el cruce de Rafah para recibir a 81 heridos”, dijo Ahmed Gomaa, periodista y analista egipcio.
Teniendo en cuenta las situaciones y el desbordamiento que se viven en los hospitales, “los 81 heridos que salieron de la Franja asediada no suponen nada”, dijo un médico residente. Las fuerzas de ocupación israelíes tienen en el punto de mira 19 hospitales, 49 clínicas y 39 ambulancias.
Muchos hospitales y clínicas han dejado de prestar servicio por los daños causados parcialmente por los bombardeos israelíes o por la falta de suministros médicos. El único hospital de la Franja de Gaza que presta servicios a pacientes con cáncer ha dejado de funcionar por completo. El hospital turco Al-Sadaga ha interrumpido su actividad y ha dejado de prestar servicio debido a la “falta de suministros médicos y de combustible”, dijo el Ministerio de Sanidad en un comunicado de prensa.
En la actualidad, el hospital Al-Shifa, el mayor del territorio palestino asediado, no sólo atiende a heridos, sino también a unos 30.000 desplazados que han acudido al hospital como lugar seguro, después de que sus hogares fueran bombardeados por la aviación israelí. “Desde hace dos días, en el hospital no hay agua para beber”, cuenta una anciana evacuada al hospital de Al-Shifa. Israel está llevando a cabo una brutal campaña de aniquilación y destrucción contra la población civil, por lo que la situación en los hospitales de Gaza es muy grave y cada vez más dura.
CTXT DdA, XIX/5.488
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