ANGUITA, PRISA Y PODEMOS

Félix Población

Habría que decir una vez más que este es un país de corta memoria y largo olvido, sobre todo porque en ello tienen una especial colaboración la mayoría de los medios de comunicación, con excepciones como La Base de Canal Red que ayer quiso recordar con mucho fundamento a Julio Anguita. Lo hizo a cuenta de los ataques sufridos por el líder de Izquierda Unida (IU) por parte del Grupo Prisa antes y después de conseguir su mejor resultado electoral en los comicios de 1996. Los 21 escaños logrados entonces no fueron superados por un partido de izquierda hasta que Podemos lo consiguió en 2015 y 2016. Obviamente, el hecho de recurrir al caso de Julio Anguita con el Grupo Prisa, al que pertenece el diario El País, tiene su razón de oportunidad hemerográfica, periodística y política porque han sido sobre todo los medios los que han conducido a la condena impuesto por Pedro Sánchez al partido morado borrándolo del segundo gobierno de coalición, consciente como presidente del nuevo ejecutivo de que los medios en general, progres o carcas, colaborarán en no criticar su maniobra con Yolanda Díaz como cómplice. Dejando a una lado a los medios conservadores y de extrema derecha, fue la que hoy llamamos progresía mediática la que, con la firma de Rodolfo Serrano, más duramente criticó a Julio Anguita en el citado periódico, calificándolo de líder mesiánico, iluminado y autoritario, extendiendo esas críticas a las bases fanatizadas de IU que lo eligieron. Se ha llegado a decir, incluso, que los infartos sufridos por quien era también secretario general del Partido Comunista se debieron en buena medida a la profusión de ataques a la que estuvo sometido durante cinco años, desde 1993 a 1998, sin que el diario El País cediera en sus descalificaciones, al mismo tiempo que respetaba y admiraba a quienes desde Izquierda Unida formaron un efímero partido llamada Nueva Izquierda con el que desembocaron en el Partido Socialista. Son de recordar en este sentido los casos de Cristina Almeida o López Garrido, que acabó como portavoz parlamentario del PSOE. Con la documentación hemerográfica aportada por Manu Levín, era preciso que un diputado comunista como Felipe Alcaraz, muy próximo a Anguita, ratificara ayer en La Base los ataques sufridos por el líder de IU, que calificó de "feroces", añadiendo -como cabía esperar- que Pablo [Iglesias] lo puede entender perfectamente. Ya en nuestros días, falta saber el tiempo en que Sumar se sume al PSOE, después de haber concluido una vez más una operación de resta a la izquierda del PSOE que empezó el día en que Pablo Iglesias cebó de modo muy ingenuo la ambición política de la lideresa Díaz.

     DdA, XIX/5.503