Lazarillo
Este poema, titulado Guerra, lo escribió nuestro Miguel Hernández durante los años que estuvo en las cárceles de Franco, concretamente en la prisión de Alicante, entre 1938 y 1942, año en el que falleció víctima de la enfermedad contraída en ese tiempo y sin que de nada sirvieron los intentos para que fuera liberado. Creo que son los versos que mejor pueden expresar las imágenes plásticas del Guernica de Picasso y la atroz realidad que esta viviendo, a lo largo de un mes, la población palestina de la Franja de Gaza, masacrada por la aviación y las tropas terrestres israelíes, con el balance más escalofriante de menores asesinados en tan corto periodo durante una invasión bélica. Se está perpetrando un genocidio del que estamos teniendo conocimiento directo cada día, con imágenes y cifras que van incrementando por miles el número de civiles asesinados, con una mayoría de niños, mujeres y ancianos. Del Holocausto perpetrado en los campos de concentración nazis no tuvo el mundo su espantoso balance hasta el final de la segunda Guerra Mundial. De aquella se podía masacrar con una mayor discreción. Aquel genocidio facilitó la creación del Estado de Israel, algo que no se le permitirá al pueblo palestino, porque su destino parece estar determinado desde hace décadas a vivir en campos de refugiados (la mayor población refugiada del mundo), tal como ahora pretende nuevamente el Estado de Israel, según han revelado fuentes de ese país, en el desierto de Sinaí.
Todas las madres del mundo, La sangre enarbola el cuerpo, Desaparecer: el ansia Pasiones como clarines, Después, el silencio, mudo DdA, XIX/5.490 |
1 comentario:
Tremendo.
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