jueves, 5 de octubre de 2023

LO GATOS SABEN UNA VERDAD TRAS LA QUE LLEVO TODA LA VIDA

 


Lazarillo

Iba a dejar sin palabras esta imagen cercana de nuestro gato, tan cercana como lo es a diario su compañías desde hace un sexenio, y me dije que Sirio ni mi apreciado Nu Wan Da se merecen ese silencio. El grado de inefable comprensión establecido entre un humano y un gato o gata puede llegar a ser tan gratificante que cuesta verbalizarlo. Este Lazarillo le debe a Sirio su historia y la de nuestra convivencia, pero me temo que no voy a saber contarla mientras tenga el placer de contar con su presencia, asomada ahora mismo a la ventana por donde nunca su mirada ofrece el menor síntoma de atisbar las sombras del tedio. Sus ojos me despiertan cuando flaquea mi ánimo, como si me dijeran que la vida no se merece el menor abatimiento mientras lata en los pulsos.


DdA, XIX/5.463

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