Félix Población
Según el diario La Razón, que no suelo frecuentar más que en excepciones como la que sigue, hay en la histórica villa de Madrid una farola sobreviviente de los tiempos de la segunda República, transcurridos más de ochenta años desde su trágico final. El hecho llama la atención si se tiene en cuenta que durante las cuatro décadas de la dictadura se arrasó y denigró toda huella del régimen tricolor, primero de nuestra historia democrática.
Podría darse el caso, para esa inaudita sobrevivencia, que la farola estuviera medio oculta y ubicada en alguno de los barrios populares de la ciudad, pero no es el caso: la farola republicana está en el mismísimo corazón de Barrio de los Austrias: la Plaza de Oriente. En este espacioso y muy paseado ámbito urbano, además, se celebraron las concentraciones más multitudinarias de apoyo al dictador, con una final al poco de los últimos fusilamientos firmados por su ya declinante pulso hace por estas fechas 48 años, dos meses antes de su fallecimiento.
Me estoy temiendo que con la rauda diligencia que caracteriza a Almeida para desalojar la memoria democrática, como demostró con las lápidas de los 3.000 fusilados en Madrid por el régimen franquista una vez terminada la guerra, la luz de esa farola tiene contados sus días. Lo del alcalde que dijo ser fascista pero saber gobernar es tributar homenajes al general felón José Millán Astray, aquel sobre quien Unamuno descargó el último discurso de su vida que le costó morir extrañamente dos meses después arrestado en su domicilio.
Es seguro que entre los lectores asiduos de La Razón estará José Luis Martínez (guion) Almeida, no en vano este diario es uno de los varios periódicos editados en Madrid que practican el apoyo mutuo con los gobiernos conservadores autonómico y municipal. Dinero me das, prensa y propaganda te sirvo, según consignó el viejo régimen. O sea que más que información, lo de la farola republicana parece una denuncia para que Almeida proceda según en él es norma.
DdA, XIX/5.457
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