domingo, 27 de agosto de 2023

"VENCERÉIS PERO NO CONVENCERÉIS" SE CUSTODIA EN UNA CÁMARA ACORAZADA*

 


Félix Población

Desde hace dos años se conservan en la Caja de las Letras, tal como se denomina la cámara acorazada del Instituto Cervantes de Madrid en la que el legado de algunos escritores encuentra archivo y custodia, las notas manuscritas por el catedrático de Derecho Civil de la Universidad Salamanca Ignacio Serrano, en las que refleja el enfrentamiento entre el rector Miguel de Unamuno y el general felón Millán Astray. El hecho tuvo lugar en el acto académico celebrado el 12 de octubre de 1936 con motivo del que se llamaba Día de la Raza en el paraninfo de la citada universidad, en el que el citado catedrático estuvo presente. 

Se trata del único documento escrito que da fe de aquel incidente en el que don Miguel reprocha a los vencedores que vencer no es convencer, tal como leemos en el fragmento manuscrito. La entrega de este documento tuvo lugar en el mes de junio de 2021 y asistieron a la misma el nieto del escritor vasco, el presidente del Instituto Cervantes, el rector de la Universidad de Salamanca y la directora de la casa-museo que Unamuno tiene en la ciudad del Tormes, donde se custodia todo el legado de don Miguel. 

Cabe preguntarse por qué precisamente este documento de Ignacio Serrano, referente al episodio más trascendental en los últimos meses de vida de don Miguel, fue trasladado en su día a la Caja de las Letras del Instituto Cervantes. Hay que recordar que aquella alocución del autor de Vida de don Quijote y Sancho acabó con su destitución como rector por las nuevas autoridades sublevadas. A ello se le añadió un arresto domiciliario bajo vigilancia, circunstancia en la que don Miguel falleció a los 72 años de edad, repentina y extrañamente, el 31 de diciembre de 1936.

Su cadáver fue materialmente secuestrado por las mismas autoridades que lo habían arrestado y destituido,  al objeto de una acelerada inhumación en el cementerio de la ciudad. Miguel de Unamuno Adarraga, nieto del escritor, fue el encargado de depositar ese documento junto a un dibujo de don Miguel en el que se va a don Quijote crucificado mientras Sancho llora a su lado. Ignoramos por qué Unamuno Adarraga eligió este dibujo y no otro entre los muchos que dejó su abuelo, algunos de ellos mostrados en una exposición hace años. 

Personalmente me parece la suya una elección muy acertada, tanto por su carácter simbólico como por el entrañable apego de don Miguel a la sobresaliente novela de Cervantes, sobre la que escribió el libro que me hizo leerla y descubrir la personalidad de quien nació y murió en guerra en su propio país. 


*Se me pasó comentar esta noticia en su día, pero creo que merece ser tenida en cuenta aunque sea dos años después. Que cada lector la interprete según entienda.

       DdA, XIX/5.429     

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