viernes, 18 de agosto de 2023

FALLECIÓ LA HIJA DE PACHÍN DE MELÁS, EL ESCRITOR QUE MURIÓ EN LAS CÁRCELES FRANQUISTAS

Esta es la noticia con la que el diario gijonés El Comercio, decano de la prensa asturiana y uno de los más antiguos de España, da a conocer el fallecimiento de la hija de Pachín de Melás, seudónimo del escritor en lengua asturiana Emilio Robles Muñiz (1877-1938), cuyo nombre no se recoge en la información. Pilar Robles Sánchez falleció a los 102 años y guardaba muy viva memoria del día en el que el quiosco del escritor fue incendiado durante la guerra. Se cree, al ser Emilio Robles socialista, que por falangistas o personas relacionadas con los sublevados. Por esa vinculación con la izquierda,  el escritor fue encarcelado en la prisión de El Coto, como otros cientos de republicanos a la entrada de las tropas franquistas en la ciudad en octubre de 1937, circunstancia que el periódico asturiano en el que colaboró Pachín de Melás elude hacer constar en el obituario de su hija. Emilio Robles Muñiz falleció en la cárcel al año siguiente, algo que este Lazarillo cree necesario hacer patente al aludir al citado escritor.


Fallece a los 102 años Pilar Robles, hija de Pachín de Melás
Nació en 1920 en un Gijón con más xarrés que coches. Usó el balneario de La Favorita. Llegada la guerra, se asomaba a la puerta del Hospital de Caridad, en El Náutico, para ver a los muertos depositados sobre 'la piedrona'. También presenció cómo un hombre con camisa blanca lanzaba un cóctel molotov al quiosco familiar de la plaza del Seis Agosto. Y cómo, cuando entraron los nacionales en 1937, «había un silencio en Gijón que impresionaba». Pilar Robles Sánchez, memoria viva de la intrahistoria local, falleció hoy en la residencia Atalaya a los 102 años.
La hija menor del dramaturgo Pachín de Melás recordaba a su padre, en una entrevista para EL COMERCIO en 2014, como «un hombre metódico de salud delicada» que, además de sus obras de teatro y sus artículos en el decano, dejó para la historia una singular hazaña: salvar los restos de Jovellanos poco antes de que San Pedro fuese dinamitado en septiembre de 1936. «Estaba muy delicado en la cama, pero dijo 'Voy para allá'. Se vistió encima del pijama, fue derecho al Ayuntamiento a ver al alcalde, Avelino González Mallada, y le dijo que quería sacar los restos». Lo logró. Pilar Robles tuvo una vida lúcida, larga y feliz. Se casó con Joaquín Nosti y tuvo tres hijos y cuatro nietos. Pintaba en su piso de La Arena, nadaba en el Grupo, reía y tertuliaba.
En 2019, donó un retrato y el archivo de Pachín de Melás a la Casa Natal Jovellanos. «Para mi padre Jovellanos era Dios», declaró entonces. Con su muerte, como se suele decir, 'ha ardido una biblioteca'. Mañana, a las seis y media, será incinerada en el tanatorio de Jove.

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